EL TESTIMONIO DE EVA: EL CALVARIO QUE LE TOCÓ VIVIR
Para darnos cuenta de la gravedad del bullying y de las secuelas que deja en las personas que lo han sufrido en su infancia no tenemos más que detenernos un instante para observar a las personas que nos rodean. En la mayoría de los casos nos percataremos de que el bullying es mucho más habitual de lo que nos podemos imaginar. Hay que darle importancia, no podemos pensar que se trata de un hecho transitorio, porque estos niños van creciendo con obstáculos, los cuales se los proporciona el agresor, y con una presión emocional y psicológica muy grande que hace que lleguen a la edad adulta con secuelas que en la mayoría de los casos resultan, desgraciadamente, insalvables.
Un ejemplo claro de este hecho es una persona conocida por mí desde mi infancia, y que compartió colegio conmigo pero no aula. Cuando se enteró de que acababa de publicar este blog no dudó en contarme su historia, su dura historia. Luego no dudé en preguntarle si me dejaría publicarlo en el blog, ya que creo que resulta fundamental el hecho de que las personas que han sufrido cualquier tipo de acoso e intimidación escolar hagan visible su testimonio para concienciar a la sociedad de la gravedad que supone el bullying. Sin lugar a dudas a mí lo que más me ha impactado fue las secuelas psicológicas que se mantienen hoy día en ella, y sobretodo la gran entereza que refleja ante los ojos de los demás.
Su nombre es Eva María y a pesar de que actualmente tiene 26 años sigue sintiendo el mismo dolor que entonces cada vez que recuerda lo sucedido en su infancia.
Esta chica lo primero que me dijo fue: “quiero hacer visible el calvario que he tenido que pasar para que este hecho no se vuelva a repetir y para que ningún niño vuelva a ser despreciado, humillado etc”. Luego me comentó “ a mí me sucedió de que me insultaban y me escupían en la cara. Aún hoy en día cuando veo a esas personas, que ahora son adultas, observo que siguen siendo iguales y siguen con las mismas burlas. Estos acontecimiento han hecho que yo no quisiera ir a la escuela, que me viera obligada a vomitar el desayuno y que haya tenido que tomar la decisión de no asistir a las típicas excursiones que el colegio organiza para los alumnos”.
A continuación le pregunté por las secuelas y fue en este punto donde me di cuenta de que resulta VERGONZOSO que el Estado, los profesores, las instituciones y sobretodo LOS PADRES no pongan más mano dura en el tema. Me contestó que “el problema sigue después cuando eres adulto porque las humillaciones sufridas siguen en ti y te conviertes en una persona débil e infeliz, ya que realmente no terminas de conseguir ser feliz con tantas inseguridades”.
A continuación le pedí que me informara sobre el comportamiento que adquirían sus compañeros de clase, pertenecientes al grupo de los observadores, ante esa situación de violencia. En este punto me ha dejado sin palabras al manifestar que “los compañeros no me defendían y el grupo de personas que iban en mi contra cada vez se hacía más grande. Era en el autobús, en los recreos, en las clases…creo que son ellos quienes tienen el problema, sea en sus casas o en otros lugares…”
Pero lo más grave es el COMPORTAMIENTO PASIVO DE LOS MAESTROS, ya que en su caso intentaron lavarse las manos todo lo que han podido y no se han parado a pensar en qué podían hacer para ayudarle. En este punto Eva me indicó “me llegaron a decir que fuera a un psicólogo porque no quería ir a las excursiones, así que creo que no se llegaron a dar cuenta al 100% de la gravedad del asunto”.
Como veis el testimonio resulta desolador, injusto y alarmante, pero gracias a personas como Eva, que hacen visible su experiencia, algún día los críos irán concienciados desde sus casas de que hacerle la vida imposible o desagradable al compañero que aparentemente es más débil que él no es el camino correcto para convertirse en el líder de la clase y para conseguir tener muchos amigos.
Aprovecho la ocasión para hacer un llamamiento a los medios de comunicación para que se tomen este tema más en serio y le dediquen más tiempo; además le pediría al gobierno que tome cartas en el asunto y que no tolere que los maestros permitan que en sus aulas ocurran estos acontecimientos.
Finalmente tengo que darle las gracias a Eva por su colaboración ya que, como dice ella, “me gustaría que los niños sean felices, para eso son niños no para que les amarguen la vida tan pronto”
"Eva, espero que algún día te des cuenta de que eres una persona muy valiosa para muchas más cosas de las que crees, pero tienes que creer en ti y dejar que esos comentarios y humillaciones sufridas en tu pasado dejen de hacerte daño. Tienes todo mi apoyo"
Fuente:
2 comentarios:
Sufri el bullying y he vivido sufriendo toda mi vida.mi caracter ahora es debil igual que de nino y a veces se me nota en la mirada pero ya no dejo que me afecte tantose dice que uno es lo que cree ser y ya no me considero una victima si una persona que se enfrenta y a veces gana a esa gente irrespetuosa
Genaro
Resulta intolerable que sucedan hechos tan trágicos como lo publicado aquí en este artículo. Desde luego, se debe actuar con urgencia para acabar con esta lacra social tan abundante y tan nefasta para todo el que lo sufre.
Publicar un comentario