- Desde mediados de agosto las llamadas de denuncia se multiplican por diez
- Uno de cada cuatro escolares españoles sufre acoso escolar
- Estos niños muestran ansiedad y estrés postraumático grave
- Los expertos recomiendan a los padres estar atentos a los síntomas
SONSOLES MAYORGA
La vuelta al cole supone para muchos padres un gasto extra en libros y material escolar, pero para otros, el comienzo de las clases lleva consigo algo peor, significa el inicio de un drama familiar, el acoso escolar que sufren sus hijos.
Un problema que padece uno de cada cuatro escolares españoles. Según los datos del estudio sobre violencia y acoso escolar Cisneros X, la tasa de acoso escolar en España es del 23,8%. Una realidad que si no se ataja a tiempo puede llevar al menor a tener secuelas de por vida.
“Desde mediados de agosto arden los teléfonos de la asociación para denunciar nuevos casos de acoso escolar o para pedir consejo ante el nuevo curso”, explica a RTVE. es Encarna García, presidenta de la Asociación contra el Acoso Escolar (A.C.A.E). “Todos los años nuestras líneas se saturan en las mismas fechas”, apunta.
Todos los años nuestras líneas se saturan en las mismas fechas
Según los datos de esta asociación, las llamadas para denunciar acoso escolar se multiplican por diez en estos días. "También hay más demanda debido a que muchos casos no se resuelven y quedan causas pendientes de otros años", explica Encarna García.
El acoso escolar, una herida invisible
Se entiende por acoso escolar el maltrato deliberado y continuado que recibe un niño por parte de otro u otros que se comportan con él cruelmente con el objeto de someterlo, asustarlo o amenazarlo y que atenta contra la dignidad del niño.
Araceli Oñate, directora del estudio sobre violencia y acoso escolar Cisneros X, define el maltrato escolar como una herida invisible.
Son niños sometidos al todos contra uno
"Se trata de violencias continuadas en el tiempo, estos niños sufren humillación, desprecio, estrés postraumático grave, ansiedad, baja autoestima, insomnio, son niños que se sienten retirados de la sociedad porque son sometidos a un todos contra uno", puntualiza Oñate.
Se inventan cualquier excusa para no ir a clase
Un síntoma muy común para diagnosticar a un menor acosado en el colegio es que se inventan cualquier excusa para no ir a clase. "Muchas veces van al médico con síntomas que no tienen, pero si el médico hurga un poco y pregunta, suelen saltar las alarmas rápido" explica Encarna Gómez.
La sintomatización que sufren estos niños es un mecanismo de defensa. "Muchos dicen estar enfermos e incluso llegan a tener síntomas reales para evitar a toda costa ir a clase", añade Oñate.
"Cada vez hay más acoso de niña a niña"
El acoso escolar suele empezar cuando los niños cursan Educación Primaria, con 8 o 9 años, y si no se ataja a tiempo y empiezan la Educación Secundaria con este problema, pueden quedarles secuelas de por vida. "Es importantísimo el diagnóstico precoz, el acoso escolar es un problema que hay que atajar cuanto antes", dice Araceli.
La presidenta de A.C.A.E. destaca en la actualidad una diferencia con años anteriores. "Antes el acoso escolar era siempre de niño a niño y ahora, cada vez más, es de niña a niña, un acoso que suele ser más cruel y más perverso", explica.
También recomienda a los padres vigilar lo que hacen sus hijos en Internet ya que algunas veces el acoso escolar llega por medio de la red.
El perfil del maltratado: alguien diferente
Según los especialistas, los niños que sufren acoso escolar muestran síntomas parecidos a los de las mujeres maltratadas. "Son menores que sufren ataques de ansiedad, están más nerviosos de lo normal y suelen estar apartados", relata Encarna García.
Araceli Oñate apunta que también sufren anhedonia -la incapacidad para experimentar placer- y que suelen ser muy nerviosos, algo que a veces hace confundir el diagnóstico."Un niño al que le pegan en el recreo y sabe que le van a romper las gafas y está pensando en qué va a decir en su casa otra vez, tiende a tener una intranquilidad psicomotora que los médicos a veces confunden con déficit de atención", explica Oñate.
La directora del estudio sobre violencia y acoso escolar Cisneros X también explica que son niños sometidos a muchos estrés. "Si un trabajador sufre esto en el trabajo se pide la baja y punto, pero un niño no", dice Oñate.
El perfil del acosador: alguien con problemas en casa
El maltratador escolar suele ser un menor de clase media- alta que tiene algún problema en casa y llega al colegio con ganas de pagar con alguien sus frustraciones, llegando incluso al ensañamiento.
Ese alguien suele ser siempre el más débil. "Los acosadores son matones escolares que van a por niños que son diferentes, pueden ir a por el más inteligente de la clase, a por los homosexuales o a por los que sufran algún tipo de enfermedad", apunta Encarna.
La presidenta de A.C.A.E. recuerda un caso de un menor residente en Bilbao que ha llegado a tal punto que no quiere salir de casa debido a las amenazas que recibe en su colegio.
Como son menores, quedan impunes
Pero, y una vez diagnosticado el problema ¿qué pueden hacer los padres? Según la presidenta de A.C.A.E. lo primero que hay que hacer es denunciar por escrito. "El problema de todo esto es que como son menores, quedan impunes. Ahora ya por lo menos ponen multas a los colegios por no impedir el acoso escolar y también dan órdenes de alejamiento, por eso es tan importante denunciar", recalca Encarna.
Oñate cree que es la comunidad educativa quien debe responder ante este problema pero muchas veces en vez de ayudar, carga contra el agredido. "Hay veces que el propio colegio acaba haciendo 'mobbing' contra la familia. Algo que en ocasiones les ha llevado a cambiar de municipio o ciudad", explica.
"En cuanto cambió de colegio se le pasó"
Hay veces que el acoso escolar es tan brutal que lleva a algunos menores a ingresar en un hospital. Lo hacen en la planta de psiquiatría -en la unidad de trastornos alimentarios- ya que no existe una como tal para el acoso escolar. "Hay muchos niños ingresados en los hospitales por este tema. En el Hospital Niño Jesús hay un grupo importante ingresados por acoso escolar", cuenta Araceli.
"Una chica que estuvo ingresada por este problema decía que en las terapias de grupo se daba cuenta de que la mayoría de los que estaban ahí sufrían acoso escolar en el colegio", explica Araceli. Cuenta que a esta chica se le llegó incluso a caer el pelo, un problema que se solucionó en cuanto cambio de colegio.
Araceli Oñate pide a los médicos que diagnostiquen antes este tipo de casos para evitar al menor y a la familia pasar seis meses de médico en médico.
También recomienda a los padres estar muy atentos a los comportamientos de sus hijos y denunciar a la mínima sospecha. Pone el ejemplo de cómo un padre se dio cuenta de que su hijo sufría acoso. "El niño de cinco años le pegó una patada y le dijo: no vales para nada. Una frase impropia para su edad y que no había escuchado en casa. Esas palabras hicieron que su padre empezara a sospechar", explica.
Los políticos no atajan este problema
Oñate se pregunta ¿hasta cuándo? "El maltrato escolar es una vergüenza, es un problema que no debería existir y los políticos no lo atajan", se queja. Encarna lo define como una tragedia familiar y cree que todavía, a día de hoy, sigue siendo "un tema tabú".
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