Acoso escolar e institucional (Pincha en la imagen)

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ACOSO ESCOLAR E INSTITUCIONAL (Pincha en la imagen)

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viernes, 22 de noviembre de 2019

ACOSO ESCOLAR O BULLYING: PADRES “HELICÓPTERO” VS HIJOS DE PUTA

Vagabundo

Los padres “helicóptero” causan 3 de cada 10 casos de acoso hacia el profesorado, según manifiesta el Defensor del Profesor, a través de la Coordinadora nacional del sindicato ANPE, Sra. Sequera

Pongámonos en situación: por ejemplo, supongamos que tu hija/o sufre acoso escolar y pones en conocimiento el caso a los colegios. ¡Craso error!: el acoso escolar no existe, por ello ningunearán el tema y lo reducirán a las repetidas frases de “son cosas de niños” y “aquí nunca ha pasado”. Haz caso a los buenos consejos del cole. Vete contento y tranquilo para casa, ya que en horario escolar tu quejica niño está en buenas manos.

Si ves que este supuesto minante proceso de desgaste y hundimiento psicológico va a más y comienzas a ver a tu hija/o somatizando la enorme angustia, depresión, falta total de autoestima e incluso estrés postraumático, ¡no pasa NADA! 
Se dice, se cuenta, que hay víctimas que llegan a suicidarse, pero eso no ocurrirá con tu hijo. Ya te dijeron en el cole, directores e incluso inspección que no hay nada que temer. Sólo son cosas puntuales, típicas de niños y poco más. Al fin y al cabo, ellos están alertas y vigilantes con cada niño para que en sus sacrosantos colegios no sucedan ni se consientan casos de bullying o acoso escolar. Es decir, no seas “coñazo” y atiende a las amables y consecuentes palabras de gran parte del profesorado y de quienes canalizan y dirigen sabiamente. Ellos saben lo que hacen, siempre por supuesto, quieren y buscan lo mejor para el alumnado que atiende. Cuidan con dedicación, respeto y cariño a tus vástagos, eso dicen; habrá que creerlos y confiar en ellos. Es lo único que nos piden a los padres/madres: confianza, señores. Nada más.

Si pasa el tiempo y ves que psicológica y anímicamente tu hijo parece derrumbarse y muestra rasgos depresivos, distimias, ataques de ansiedad, incluso de ira por impotencia hacia lo que le ocurre, si está siempre solo, amargado, se autolesiona, está triste, llora, no quiere ir al colegio, se pone curiosamente enfermo los domingos por la tarde/noche, dejan de contar con el/ella, incluso posibles amistades anteriores, bajan sus notas, pierde el apetito y su autoestima se derrumba, se frustra a menudo e incluso agresivamente te responde; si incluso pierde la ilusión de salir de paseo o coincidir con posibles compañeros en determinados lugares; si sufre pesadillas, e incluso chilla y solloza en mitad de la noche; si la escuchas que se quiere morir, si la motivación que antes tenía por determinados asuntos se exilia de ella; si incluso charla menos en familia y se inhibe, muestra inseguridad excesiva, no quiere hablar del colegio, de antiguos compañeros y se vuelve introvertida, no te preocupes padre/madre.
Cuando hables con el colegio te dirán que es la edad, o que, si tenéis problemas intrafamiliares, si tiene celo de algún hermano e incluso si tu hijo tiene problemas psicológicos de adaptación, etc. pero por supuesto no ligado al clima escolar, ya que este es extraordinario sin duda alguna. Se atreverán incluso, llegado el momento, a invitarte a que lo lleves a algún psicólogo por ellos conocido, con una gran profesionalidad -te dirán-, curiosamente cercano a la apología del centro, por aquello de que el propio colegio le busca una suculenta clientela. Por supuesto, como es de bien nacidos, el agradecimiento de este psicólogo en modo alguno empañará con sus informes y recomendaciones la transparencia virginal de dicho centro y sus actuaciones. No lo olvidemos, en aras de cuidar y proteger al alumno. ¡Faltaría más!
Con todo ello, después de gastaros, padres y madres, unas jugosas minutas para aupar la angustiosa y liliputiense autoestima de vuestro retoño, y aunque no veáis resultados positivos, se os dirá que hay que dar tiempo al alumno, que no os precipitéis y que sigáis creyendo en lo que esos extraordinarios profesionales de la docencia os digan.
En modo alguno, seáis pesados ni os preocupéis por el sobresaliente y preocupante deterioro anímico-emocional de vuestro hijo. No sea que lo sobreprotejáis. Incluso ni caso si, alguna vez, vuestro hijo se pronuncia por activa/pasiva o subliminarmente por “quitarse de en medio”. Seguramente quienes te “ayudan” te dirán que son simples llamadas de atención del niño porque quiere buscar protagonismo y ser el centro de atención, y poco más… ¡Ellos sí que saben cómo actuar!

Si, por el contrario, dudas de lo que te dicen y repiten esos amables profesionales y empáticos conductores de la Educación de tus hijos cuando lo pones en su conocimiento, sin darte cuenta te estarás “equivocando” y quizás, quizás hagas que los problemas de tu hijo en las aulas aumenten, ya que tu conducta errónea, proteccionista y -dicen- exigente, podrá dar lugar a posibles “daños colaterales” hacia ti y tu vástago.

Te habrás convertido en un peligroso padre “helicóptero” y, con ello, en un peligro manifiesto para el bien común y ambiente escolar. El sistema educativo y todos sus asteroides institucionales relacionados se unirán para conseguir la caída de ese molesto padre/madre “helicóptero” y con ello la restauración para que la calma y el buen funcionamiento del sistema escolar salga adelante. ¡Poner en duda la credibilidad de este Sistema Educativo. Faltaría más!

Se buscarán coartadas falsas, se denunciará falsamente a la familia, se tergiversarán contextos, situaciones y hechos, se firmarán falsos informes, liderados por Inspección, para intentar dar la imagen pulcra de acciones realizadas y celo hacia el alumno-víctima y ya, chivo expiatorio.
Se orquestarán en demasiados casos alineaciones de compañeros, profesorado y AMPAS para erradicar cualquier conato de dejadez/inacciones/negligencias e incluso prevaricación.
Se fabricarán campañas de descrédito, acoso y derribo hacia la víctima y sus familiares; se propagarán bulos y rumorologías para que el “confundido” padre/madre “HELICÓPTERO” entienda que no debe denunciar o poner en duda la honestidad y buen hacer de todo un sistema educativo.
En definitiva, se propagarán tóxicas y envenenadas argumentaciones para que la máxima: “Divide y vencerás” haga su trabajo y con ello, la exclusión total de víctima y familia, ya no sólo en el ámbito escolar, sino incluso social próximo.

Caso cerrado. Caso desconocido, caso no existente. Habrá llegado la paz social, la que infringieron padres/madres “helicóptero” cuando comprueban que sus retoños van muriendo día a día. Algunos, no pocos, ya enterrados.



Aprovecho la ocasión para disculparme públicamente con el “Defensor del profesor” de ANPE y Coordinadora ya que, sin ser consciente, di, parece ser, errónea y negligentemente,  toda la credibilidad a mi hija en su paso por los distintos colegios presenciales por los que deambuló;  pesar de informes de especialistas médicos, asociaciones ligadas al Defensor del Menor, a psicóloga criminalista y un largo etc. que constataban el temible sufrimiento padecido por ella a causa del acoso escolar sufrido y sus múltiples heridas y somatizaciones que han hecho mella en ella, siendo ya irreparables las secuelas, esencialmente psicológicas y sociales que arrastrará de por vida.

Disculpen Sres. por tomar en consideración lo que, con tan sólo 10 años, esa niña le dijo a su pediatra: “Quererse morir por lo que estaba viviendo en su colegio”.

Disculpen Sres. por tomar en consideración tantas noches de insomnio, cuando no pesadillas en muchas madrugadas, chillando en no pocas ocasiones y contándome como determinados “maestros” y compañeros le daban de lado o se burlaban de ella.

Disculpen Sres. por asustarme cuando obsesiva pero inconscientemente se hacía sangre rascándose compulsivamente el brazo.

Disculpen Sres. cuando me entristecía porque excluida y discriminada, nadie contaba con ella ni era invitada a reuniones, juegos o cumpleaños. Si acaso usada para ser motivo de burlas e increpaciones.

Disculpen Sres. por tener en consideración los dolores de estómago que mi hija decía tener en no pocas ocasiones los domingos por la noche o tras las vacaciones reglamentarias y llevarla al médico.

Disculpen Sres. por el preocuparme por cosas tan nimias como el estrés postraumático, el cuadro ansioso-depresivo, la gran frustración, baja autoestima, tristeza enquistada, exclusión total con el grupo de sus iguales y demasiadas secuelas que desgraciadamente arrastra y seguirá arrastrando como equipaje de esos años sufridos.

Disculpen Sres. por tener la osadía de denunciar varias veces a Fiscalía y al Juzgado a tantos colegas e instituciones que ustedes tan “dignamente” defienden; tan dignamente que, en no pocas ocasiones. parecen abogados del Diablo. Denuncias obligadas por las campañas de acoso institucionalizado y chantajes zafios que yo y mi familia hemos y seguimos siendo sometidos.

Disculpen Sres. porque con mi osadía de intentar ayudar a mi hija ha habido y hay gravísimos “efectos colaterales” hacia ella y mi familia; tanto que en su momento se me denunció por supuesta desprotección hacia mi hija.

Disculpen Sres. por mi absurda visión de ver tirada a la basura la infancia y adolescencia de esta niña ya mujer.
Disculpen Sres. por tantas y tantas noches sin dormir y por absurdamente verme obligado a dejar mi trabajo durante 3 eternos años, incluida las varias lesiones en la retina de mi ojo derecho por somatizaciones. En definitiva, paranoias de este que se disculpa como algún que otro avezado e inteligente colega suyos, sugirió.
Disculpen Sres. por todo eso y muchísimo más

Disculpen Sres., en definitiva, por ser lo que ustedes denominan un “PADRE “HELICÓPTERO”. Discúlpenme, de verdad.

Sin embargo, he de decir en mi defensa que hay que ser ¡MUY HIJO/A PUTA! para hacer daño a cualquier persona; más aún en este caso a una niña, sea ese gravísimo daño por comisión u omisión y venga de quien venga. Supongo que al menos coincidimos en eso, sindicalistas del Defensor del profesor y Coordinadora.

He de aclararles que, por estos lares, la malsonante y vulgar expresión ¡HIJO PUTA! no debe ser tomada literalmente en cuenta, dado que entenderán que una madre no tiene culpa alguna de que dé a luz a un futuro ¡HIJO PUTA! Sin embargo, como ustedes sabrán y entenderán, por referencias al vástago, se califica a sí al MALNACIDO en cuestión. La madre, evidentemente podría incluso ser una santa hembra. De todos es sabido que el HIJO PUTA no nace, se hace, se desarrolla, se reproduce e incluso, se muere.

Lo dicho, Defensores del Profesorado Y Coordinadora nacional, Sra. Sequera : Hay que ser ¡MUY HIJO/A PUTA!. Y ahí podemos entrar TODOS. Así que, aprovecho este momento y nomino a todos aquellos HIJO/AS DE PUTA que por comisión u omisión han dañado muy gravemente no sólo a mi hija, sino a todas aquellas víctimas de este consentido cáncer cínico y cobarde denominado acoso escolar.

Para aquellos HIJO/AS DE PUTA que se sientan incómodos por el calificativo, considérense sencillamente MALNACIDOS.
Desgraciadamente puedo constatar y afirmar que conozco a demasiados.

Manuel Rodríguez González, supuesto padre “helicóptero”, integrante sin duda alguna de esa fabricada estadística de un tercio que parece ser, acosamos al profesorado. (Y sigo pensando: ¡Cuanto HIJO PUTA anda suelto!)


En honor a mi hija y a las miles de víctimas que siguen sumándose vergonzosamente y, especialmente, en memoria de Jokin Cebreros fallecido en 2004, tras tirarse de la muralla de su localidad, Hondarribia, primer caso conocido y constatado de acoso escolar en España, pero no el primero desgraciadamente; de Carla Díaz Magniem fallecida en 2013, tras lanzarse a los acantilados en Gijón con sólo 14 años; de Sarai Mondragón, joven colombiana con 13 años; de Mónica Jaramillo de 15 años, de Arancha, chica de 16 años que se tiró desde un 6º piso en Usera; de Diego un chico de 11 años que se tiró de un quinto piso, hace tres años; de Alan de 17 años hace  tres años; de Lucía, joven murciana de 13 años que se quitó la vida hace un par de años, de Unai con 12 años; de Zulima de 16 años que se quitó la vida hace escasamente dos años; de  Elisabeth en Navarra, joven de 17 años; y los muchos que quedan, y me temo, se sumarán a estas cínicas y míseras esquelas obligadas por inacción, negligencia, complacencia y cobardía de quienes debieron protegerlas… todos/as ellos/as de una forma u otra obligados/as a ir a un lugar donde lo de menos era el aprendizaje, socialización y cooperación, como tan repetidamente se nos cuenta…

D.E.P.



Nota última:


Quiero aclarar a lectores y detractores que todo lo que en estos blogs comento es sencillamente producto de mis suposiciones, de mi dura experiencia y de las muchas hostias que el poderoso establishment reinante me ha infringido a lo largo de demasiados años; tantos como los que lleva siendo "puteada" una joven de 20 años desde su más tierna infancia. Por tanto, estas presunciones y suposiciones  interprétense como simples opiniones y reflexiones personales. Que cada cual las entienda procedentes o no. Yo desde luego me las creo, aunque me reservo esa supuesta “paranoia” con la que a algunos malnacidos les encantaría etiquetarme. Quede ahí ese frágil "escudo anti hostias" por lo que pudiese pasar…

Enlaces relacionados, entre muchos otros:










martes, 5 de noviembre de 2019

Preocupaciones “PRO PESCA DE VOTOS” hacia el alumnado



Manuel Rodríguez G.

Resultan vergonzosas las manifestaciones PRO PESCA DE VOTOS del actual mandatario regional extremeño, Guillermo Fernández Vara, en la jornada regional de AMPAS “El sistema educativo extremeño, acoso escolar y educación sexual desde la familia”, organizado por FREAMPA-CP, el pasado sábado, 26 de octubre en Almendralejo. Entre otras perlas cultivadas, según se dice en el diario ACOSO ESCOLAR SISTEMA EDUCATIVO REGIÓN DIGITAL ,


Vara expresa que “los niños son lo más importante que tenemos entre manos”, señalando entre otras cosas que se está trabajando para mejorar cada día el sistema escolar, especialmente en lo concerniente a la diversidad y a la plena inclusión. Como logro fundamental subraya que “hace tiempo hablábamos de la educación para todos y ahora hablamos de la educación para todos, pero en las mismas condiciones”.


 Queda claro que el concepto tan mal interpretado y nada llevado a la praxis de inclusión es usado inadecuadamente por este político de turno, que contempla la denominada inclusión como igualdad de condiciones y poco más, cuando el concepto de INCLUSIÓN en si recoge fundamentos tan esenciales como el condicionamiento positivo (discriminación positiva) hacia el colectivo en inferioridad de condiciones.



Y es que la INCLUSIÓN, Sr. Fernández Vara, nada tiene que ver con la supuesta INTEGRACIÓN, esa que se realiza en la praxis cual voluntariedad graciable, pero en modo alguno como deber inexcusable y fundamental en pro de los derechos de grupos en inferioridad de oportunidades.  Incluir, Sr. político de turno, no es colocar ni dotar a los más desfavorecidos de supuestas mismas condiciones para que la sociedad pueda tenerlos en cuenta. Incluir, sr. Fernández Vara, es dotar de las herramientas necesarias para que determinadas inhabilidades o capacidades puedan equilibrar esa balanza cínica y desajustada en todos los órdenes de la vida. En definitiva, Sr. político de turno, es el Sistema educativo en este caso quien debe adecuarse a las peculiaridades del individuo y no al revés, como así viene sucediendo en este mediocre y trasnochado sistema educativo nuestro, donde esas inhabilidades molestan; tanto que se presiona a este grupo de alumnado para ser granjerizado (Consúltese el enlace INCLUSIÓN: ¿UTOPÍA?  )



Continúa expresando el actual Presidente Autonómico extremeño su preocupación por el consumo de tabaco y las nuevas fórmulas de fumar en menores, así como el uso de apuestas deportivas en jóvenes y menores. Sin embargo, llama la atención que, en el artículo en sí, no se hable en ningún momento, del temible e incómodo cáncer socio-educativo del acoso escolar. Desconozco si el tema apenas se tocó (ya que en modo alguno se referencia) o simplemente se nombró expresando supuestamente la enorme preocupación y prevención del mismo por parte del sistema educativo, dado que en dicha reunión se supone entraría a debatirse esta dañina realidad en las aulas, como titula dicha jornada: “El sistema educativo extremeño, acoso escolar y eduación sexual desde la familia”.

“Los niños son lo más importante que tenemos entre manos” decía el líder socialista extremeño en su intervención. Al respecto, recordar a este “mirlo blanco” (consúltese el enlace ODA AL MIRLO BLANCO ) que ya desde 2007 me dirigí a él y denuncié hechos gravísimos, en este caso el de una niña que, con unos pocos años, ya se hundía en un fango de mentiras, falsedades y falta de apoyo total en todos los órdenes para finalmente caer en las redes de un cobarde y mísero caso de acoso escolar sustentado por el sistema educativo y apoyado por demasiados tentáculos de la Junta de Extremadura; hechos transmitidos además posteriormente varias veces a este “político típico” en el 2010 e incluso el año pasado, 2018.

“Los niños son lo más importante que tenemos entre manos”: Poco importante, parece ser, ha sido mi hija para sus manos, Sr. Fernández Vara, niña que contaba tan sólo 9 años cuando acudí por primera vez a usted; manos nada limpias me temo, nada capaces de apoyar a una niña; manos manchadas -me temo- de complicidad, inacción y dejadez; manos faltas de ética; manos cobardes como la de tantos testigos mudos y complacientes que han sido incapaces de aportar un apoyo necesario y de auxilio ante ese acoso y derribo, no ya sólo a esa niña, sino incluso a toda su familia. Manos sucias, muy sucias, Sr. Fernández Vara, tan sucias que a día de hoy esa niña a la que le robaron la infancia y la adolescencia, ya cuenta con 21 años y unas secuelas psicológicas y sociales perdurables de por vida. Manos tan sucias e intoxicadas. Sr. Fernández Vara, como como las de los demasiados cobardes que por comisión u omisión sustentan, disfrazan y polucionan este terrorismo institucionalizado denominado acoso escolar, pero que el sacrosanto sistema educativo y demasiados esbirros con sus enquistados síndromes de negación y de Diógenes institucional, dicen, cuenta, no existe en los colegios. ¡Cosa de niños, siempre pasó!.

Todo un Sistema Educativo incoherente y carnavalero, por aquello de disfrazar muy a menudo con falsas caretas la denominada y a menudo inexistente Atención a la Diversidad de la que tanto presumen pero escasamente verifican. Las supuestas Necesidades Educativas Específicas que este grupo de alumnado necesitan, brillan por su ausencia y Normas teóricamente garantistas, protectoras, inclusivas e igualitarias como se proclaman en la rancia y agría tesis educativa, se violan y coartan en la práctica, como casi sistemáticamente viene ocurriendo, salvo honrosas excepciones.

¿Qué decir del acoso escolar enquistado en las aulas y del que tanto se ningunea por el sistema educativo con ese sistemático síndrome de negación y que se extiende desde la generalidad de direcciones de centros hasta Inspección, verdaderos conductores y ejecutores de que se intoxiquen, oculten y polucionen tantos y tantos casos de este terrorismo socio-escolar, y quizás lo peor: con la complicidad de políticos al uso que siendo alertados de demasiadas situaciones inmorales e ilegales, apuestan por la cómoda y cínica posición de inacción, con sus posaderas en la poltrona correspondiente, antes que ser proactivos y tomar decisiones necesarias y comprometidas  frente a injustas situaciones de muy dudosa legalidad y a veces prostituidos consentimientos por activa o pasiva, con la inacción y mirar a otro lado, cuando no la callada por respuesta, amparándose en un cínico e hipócrita silencio administrativo.

Finalmente, este “político típico”, muestra su nuevamente presunta preocupación, por el gasto que muchas familias asumen en relación a los colegios. Recordar al “mirlo blanco” que durante toda la etapa escolar que mi hija deambuló, se le privó de ayuda en forma de becas o ayudas por sus necesidades educativas específicas, a pesar de que se cumplía escrupulosamente con todos y cada uno de los requisitos exigidos. Denegaciones sistemáticas, me temo, en forma de vil vendetta por mis escritos de quejas y denuncias. Denegaciones que -opino- podrían constituir incluso prevaricación y muy graves negligencias de responsables relacionados con el entramado educativo, más si cabe cuando por el acoso escolar e institucional sufrido me vi obligado a coger una excedencia en mi trabajo durante tres dilatados años, por lo que las sesiones de psicoterapia que de modo privado tenía mi hija tuvieron que dejarse, dado que en esa época me endeudé considerablemente.

¿Preocupación Sr. Fernández Vara? Le invito a abrir una comisión de investigación sobre el tema, como ya les animé a hacerlo en alguna que otra ocasión.


Como iniciaba este escrito, resultan vergonzosas determinadas manifestaciones de políticos al uso en tiempos de pesca, que con falsos escaparates de supuesta y virginal preocupación, honestidad y lucha por el bienestar social no dudan en transmitir enormes campañas publicitarias orquestadas. Se alabarán los logros conseguidos, las conquistas y derechos inherentes… sólo que esas medallas quedarán en manos de unos pocos elegidos, mientras demasiados afectados y familias implicadas seguiremos impotentes, incrédulos, ninguneados, desasistidos y apenas auxiliadas por lo que publicitan bastantes políticos de dudosa y escasa altura ética, con tal de que el próximo día 10 de noviembre - “el día de la gran pesca” - sean muchos los que piquen en esos cebos enquistados de mentiras y falsas promesas.  ¡Así nos va!

Como diría el maestro Serrat: ¡Disculpe Sr. Vara, disculpe el Señor!