Manuel Rodríguez G.
(Para entender estas réplicas sugiero al lector que consulte el artículo
Victima-acosador-espectador-quien-eres.html
y repase el comentario realizado por este gran ilustrador)
Como ya comenté en esa noticia, elogio su trabajo en pos de acabar y denunciar el lastre socio-educativo del acoso escolar.
Paso a contestar a sus reflexiones, muy respetadas, aunque algunas no compartidas, pero respetadas y tenidas muy en cuenta, al fin y al cabo (Por supuesto quedo agradecido por sus interesantes comentarios):
Obviamente mi escepticismo viene alimentado de las muy vergonzosas y cínicas vivencias a nivel escolar de una niña (prácticamente desde toda su escolarización) a la que le fue robada su niñez y que con 10 años se quería morir.
Una niña a la que el sistema educativo, extremeño en este caso, intentando esconder este terrorismo socio-educativo la ha exiliado de tres colegios por ese ninguneo, banalización, polución y síndrome de negación típico, llevando prácticamente tres cursos sin poder acudir a clase y que no creo vuelva a colegio tradicional alguno, dada la incapacidad de este sistema educativo imperante.
Niña ya adolescente en soledad y curándose de muchas secuelas, tales como un stress postraumático reactivo a ese acoso escolar sistemático; distimia, un cuadro ansioso-depresivo, etc, etc. que sigue preguntándose que hizo ella para no poder ser respetada y apoyada y odiando a día de hoy a colegios y a algunos denominados “compañeros” y “maestros”; sufriendo una exclusión total, una enorme frustración, una pérdida de motivación y autoestima enormes, una inhibición con niños de su edad, motivada por el complejo de inferioridad que calificativos sistemáticos e hirientes como subnormal, chochona, tonta, gilipollas y demás le marcaron de por vida; entre otras muy graves vivencias.
Un padre, el que le escribe, que ha sido víctima de acoso y derribo, en este caso institucional por el simple y lógico hecho de intentar que a su hija se le ofreciesen unos apoyos académicos necesarios por ciertas inhabilidades y un respeto en todos los órdenes hacia su hija y que por esa “osadia”, a día de hoy sigue en el punto de mira de demasiado Torquemada extremeño.
En el caso de psicopedagogos y demás cargos puedo hablar por quienes han representado y entrado en juego en el caso de mi hija; todos ellos unos sinvergüenzas y/o complacientes, cómplices y por extensión cobardes (como Pérez-Reverte, me fundamento en el significado de esas palabras de nuestro Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua). En el caso catalán me baso en no pocos casos que conozco y sobre todo en el de dos chicas, cuya madre, Mary Molina, está viviendo un verdadero infierno, donde el acoso y maltrato institucional se está dando con premeditación y alevosía en el caso de sus hijas (si tiene interés le puedo poner en contacto con ella; sólo que eso le obligaría a mojarse, Sr. Tàssies, pues lo contrario como tantas veces le ha ocurrido a esta Sra. y a mí; el mirar a otro lado es poco valiente y sobre todo poco coherente con el principio de auxilio y, por ende, con la complacencia de quien calla).
Como usted finaliza, coincido con usted en que es imprescindible poner la carne en el asador. Para ello, debe romperse el cinismo institucional del modelo educativo y de otras instituciones afines, que no dudan en esconder escandalosos casos, incluso a costa de denunciar falsamente a familias como la mía e incluso chantajear emocionalmente con la posible pérdida de la guardia y custodia de los hijos; caso de la referida familia catalana o la mía, entre otras muchas que conozco.
Mientras ciertos organismos pongan veto a ciertas vergonzosas y escandalosas actuaciones, donde la frontera político-administrativa sea intocable e infranqueable poca construcción podrá hacerse, Sr. Tàssies; pues en realidad como verdadero gran acosador es frecuente la fagocitosis institucional hacia quien osa denunciar hechos tan lamentables y minantes como el que nos ocupa.
Espero que no se dé por aludido en mis manifestaciones crudas y amargas, pues como dije al principio, su labor con ese magnífico trabajo suyo es de alabar. Sólo espero que no tenga que enfangarse demasiado, pues seguramente será indicio de que usted y algún vástago suyo no ha pasado ni pasará por experiencias tan duras y kafkianas como las que comento. Por supuesto jamás le desearía nada parecido.
Le garantizo y es muy triste lo que expreso, que la realidad supera a la ficción en mucho, sobre todo en esa enorme distancia emocional que supone los reality shows de las frías e impersonales noticias de bullying leídas, respecto al día a día de la pesadilla que sufren demasiados niños (y por ende sus familias); víctimas no sólo de sus verdugos pares, sino de la indecencia social de esa complacencia cómplice, surgida de una desidia denominada COBARDÍA.
Es por ello y por la mucha información que puede encontrar en este blog u otros de mi propiedad, por lo que debo confirmarle que el objetivo de éstos es divulgar estas vergüenzas ajenas institucionales, denunciando ese repito terrorismo socioeducativo hacia la población infanto-juvenil. De algún modo, desde mi subjetiva visión particular, un intento construccionista desde la denuncia pública de las enfermizas bases que la sostienen; en este caso muchísimas veces el propio sistema educativo, que las esconde, manipula, poluciona o sencillamente niega.
Un abrazo, sentido, Sr. Tàssies. Reitero como ya expresaba en el escrito
Victima-acosador-espectador-quien-eres.html
mis felicitaciones por su noble iniciativa con su obra “Noms robats”
ALGUNAS REFERENCIAS PARA ENTENDER ESTE “ESCEPTICISMO RADICAL”
http://vagabundotraslalibertad.blogspot.com/2010/03/acoso-escolar-e-institucional-extremeno.html
http://vagabundotraslalibertad.blogspot.com/2010/04/la-propaganda-goebbeliana-de-la-junta.html
http://vagabundotraslalibertad.blogspot.com/2010/08/de-acoso-escolar-e-institucional.html
http://vagabundotraslalibertad.blogspot.com/2010/08/quien-corresponda-denuncia-de-malos.html
Fuente vídeo:
http://www.youtube.com/watch?v=ZAnv7e9fNYw&feature=player_embedded
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