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Róbinson Sáenz | "Cuando me pillaban (vomitando) a mí me daba mucha rabia. Era una frustración. Yo en ese momento me cogía de las manos y me ahorcaba", cuenta Daniel*. La psicóloga Virginia Palacios señala que la anorexibulimia provocada por la estética es "la punta del iceberg". Es importante que padres y docentes estén atentos a las señales y acompañen el proceso de recuperación, como el que hoy vive Daniel.
LA BULIMIA Y la anorexia no solo afectan a las mujeres. Daniel* fue víctima de esta enfermedad que lo tuvo al borde de la muerte.
Juan David Montoya- *nombres Cambiados | Medellín | Publicado el 29 de septiembre de 2011
"Yo no quiero vivir, yo me quiero matar, todo el mundo me odia, yo soy muy gordo".
Con estas frases, Daniel Monsalve Marín* (14 años, estudiante del grado octavo diagnosticado con anorexia nerviosa, que presenta síntomas de bulimia) recuerda los peores momentos que ha pasado en su corta vida.
El trastorno alimenticio comenzó a principios del año pasado. Que en la escuela le dijeran "gordo" no le inquietaba. Pero apodos como "bola" y "tetón" le incomodaban casi tanto como las amenazas y las golpizas que recibía por su físico.
Sin recibir consejo alguno, Daniel decidió dejar de digerir la comida como fuera. Pasaron varias semanas antes de que su familia se diera cuenta de lo que estaba sucediendo: la comida que con mucho esfuerzo conseguían se iba por el desagüe.
"La anorexia es una enfermedad para ricos", dice Sandra Marín*, la mamá de Daniel. No obstante, su historia demuestra que no discrimina entre clases sociales o género.
Para entonces, ya Daniel pasaba hasta un día y medio sin comer. En cuestión de semanas, pasó de los 74 a los 35 kilogramos. Lo que empezó como una preocupante consecuencia del acoso escolar terminó en algo mucho más grave.
"Ya no lo podía parar, era una costumbre. Siempre que comía la mente me decía 'vaya y vomítelo de una'. Yo no aguantaba: lo vomitaba y vaciaba el baño", recuerda.
"Suelte ese plato, suéltelo. Ustedes no tienen por qué comer. La comida es maldita. Mamá, no cocine más, por favor. ¡Déjeme morir!".
Profundamente preocupados, los padres de Daniel alertaron en su escuela pública sobre lo que estaba sucediendo. Allí, en ese momento, le restaron gravedad al asunto aduciendo que todo era un simple "capricho".
"Señora rectora -le advirtió doña Sandra a la directiva después de que el gastroenterólogo le diera 20 días de vida a su hijo-, me mataron a Daniel en el colegio".
Fue entonces cuando decidieron expulsar a los acosadores y hacer una colecta para ayudar a la familia con los gastos médicos.
Daniel no podía correr, estuvo cinco meses por fuera de clases, varias veces hospitalizado y otras tantas a punto de morir.
"Esto es convivir con la muerte", asegura Sandra. "Ellos como que se convierten en otra persona, como que no actúan por ellos mismos. Él me decía: 'usted no es mi mamá'".
Después de un intenso tratamiento fármaco y psicológico, Daniel dejó de ser ese "esqueleto" andante que tanto preocupó a su mamá. "Hoy en día es un amor", afirma.
En la actualidad pesa 56 kilos, pero llegó a marcar 36 en la báscula. Aparentemente, la lección quedó aprendida. "¿Uno cómo se va a echar a morir por la otra gente?", se pregunta. Dice que el cariño de su familia le basta.
Sandra, por su parte, le agradece a la Virgen de Lourdes ese "milagro" que hoy la mantiene junto a su hijo.
A pesar de que aún están pendientes varios exámenes para determinar los daños irreversibles que le pudo haber ocasionado a su cuerpo, a Daniel se le ve animado y seguro de que los patitos feos llevan un cisne por dentro.
» Conexto
1 - En la anorexia, ser adolescente, la vulnerabilidad y querer ser aceptado es más importante que el hecho de ser hombre o mujer.
2- Por cada 20 mujeres, un hombre sufre anorexia según estadísticas de Virginia Palacios, experta en psicología de la estética.
3 - NatGeo está emitiendo los domingos a las 10:00 p.m. Cuerpos que gritan, una serie que cuenta casos reales de desórdenes alimenticios
Fuente:
http://rimixradio.com/noticias-7757-acoso-escolar-lo-llevo-a-la-anorexia
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