Manuel Rodríguez G.
Conozco a Paz desde hace muy poco tiempo, desgraciadamente gracias a situaciones nada recomendables ni para una menor ni para la familia que la ampara y cobija. Sencillamente su hija y toda su familia por ende están y han sufrido el hostigamiento y acoso de unos cuantos cobardes, sustentados en el cómodo y cínico silencio de demasiados testigos mudos. Esos que ante una situación injusta y deplorable de maltrato y dominio bruto, contribuyen con su aparente neutralidad, mirar a otro lado y no querer mojarse a que la injusticia campee a sus anchas e indirectamente y de paso a aislar y machacar aún más a la víctima, cada vez más sola; cada vez más incomprendida, cada vez más marginada.
He mamado del sufrimiento , pasado y presente, de mi propia hija; de ese dolor que se te queda dentro, se invisibiliza y te mina lentamente, mientras afuera, los que no han tragado ese elixir envenenado, contribuyen como poco a tu soledad infinita ante tan desalentadoras respuestas de incomprensión y falta de empatía, cuando no a ser altavoces de rumores y bulos envenenados por personajes interesados en que ese cáncer psicológico se extienda y, sobre todo, se disfrace y no trascienda el verdadero acoso y derribo hacia la víctima y su entorno próximo. Por ello, no me ha hecho falta más tiempo para ponerme en el pellejo de esta amiga Paz y toda su familia y saber cómo se siente con el ninguneo y falta de una justicia que ni llega, ni es leal a su nomenclatura, ni mucho menos es transparente.
Sólo sé que si el Rey Salomón hubiese administrado justicia en esta España y en estos días, muy presumiblemente al dar la orden al soldado para repartir justicia ante la demanda de dos madres ante un hijo, en modo alguno hubiese parado esa ejecución de dividir a un bebé en dos y seguramente hubiese repartido “equitativamente” esa justicia de la que tanto se habla pero que demasiada gente dudamos. Y es que ¿hablamos de Justicia o legalidad?.
Paz se queja de injusticia. Seguramente se refería a esa arquitectura jurídica denominada legalidad, cuyas
bases y planos depende de demasiados intereses y a menudo se deja manipular cual puzzle caprichoso y dependiente. Paz se pregunta ¿es esto Justicia?. Yo también.
Os dejo con unas manifestaciones de esta madre y os invito, como ella, a firmar y divulgar el enlace que al final se añade…Implícate y no olvides que la valentía se demuestra defendiendo al inocente. Lo cobarde es callar y mirar a otro lado.
Paz Hernandez Pedrosa
ESTO ES LA JUSTICIA!!!!, vale más el testimonio de unos acosadores, que las pruebas contundentes de la parte denunciadora que somos mi esposo y yo en nombre y representación de nuestra hija menor de edad y que interponemos en la Fiscalía de Menores y ante la Policía nacional, en la que a la vista de todo el mundo lo más bonito que se dice de mi hija es ZORRA!!!! en una red social, a las persecuciones continuadas, los testigos presenciales de dicho acoso y los whatssaps obscenos que ha recibido en su teléfono móvil, a un intento de allanamiento de morada por parte de siete jóvenes amigos de las supuestas acosadoras, hechos en los que a las 2:30 de la madrugada tuvimos que llamar a la Policía para que acudieran en nuestro auxilio, en nuestro propio domicilio y que por lo visto no sirven de nada. Han sido tan, tan ejemplares y buenas personas que incluso la dedicaron una poesía que fue presentada ante dicha Fiscalía en la cuál culminaban diciendo:EL DIA QUE TE MUERAS TUS PIERNAS DORMIRAN POR FIN JUNTAS. Y todo esto no es un acto delictivo, sin embargo, la denuncia que interpusieron sus padres contra mi por supuestas amenazas instantáneamente fue aceptada a trámite, en la que a la celebración del Juicio y presentadas las pruebas por mi parte y sírvase decir que también contundentes, de que la otra parte había cometido un delito de perjurio y denuncia falsa no sirvieron de nada, he sido condenada a 4 faltas y a una multa de 800€ que por supuesto no pienso pagar y si quieren que me lleven presa. Solo por una razón y que va más allá de la soberbia, es tan simple como sopesar y decir, como soy menor de edad, la ley me protege, pero solo si cometo un delito, si soy la victima se me deja a mi suerte. Ahora que cada uno juzgue acorde a su criterio, que en esta puta y miserable vida todo vale. LIBRE ALBEDRIO PARA TODO EL MUNDO!!!
Implícate y no olvides que la valentía se demuestra defendiendo al inocente. Lo cobarde es callar y mirar a otro lado. Firma y divulga por favor
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