Ana Camins desvirtuó la PNL que instaba a intervenir contra la LGTBfobia en las escuelas
Madrid, 18 de mayo de 2013
Sra. Diputada Ana Camins Martínez:
Le escribo como director de la investigación “Acoso escolar homofóbico y riesgo de suicidio en adolescentes lesbianas, gais y bisexuales” que sirvió como justificación de la PNL que el pasado 16 de mayo presentó el PSM para instar al gobierno de la CAM a intervenir contra la homofobia y la transfobia en los centros educativos.
Entre decepcionado y desolado me vi obligado a abandonar la tribuna de invitados debido a lo ofensiva que me resultó su defensa de una transaccional que, lejos de ser una auténtica propuesta, era una estrategia para desvirtuar por completo, en fondo y forma, una proposición que había sido demandada por diversas asociaciones LGTB.
Escucharle negar la validez de los más de veinte estudios disponibles que demuestran la gravedad del problema fue triste. Verla hacerlo sin aportar ningún argumento todavía lo fue más. ¿Con qué derecho? ¿Acaso se ha molestado en leerlos, en conocer las cifras, los argumentos y testimonios que en ellos se recogen? Estos estudios han sido realizados por investigadores de universidades madrileñas, por el Ayuntamiento de Coslada, por el Injuve, por el CIS, por el Ministerio de Trabajo, por el Ararteko vasco… Frente a ellos, su razonamiento fue que si lo que presentan dichas investigaciones fuera cierto estaríamos ante un territorio comanche, algo que su partido no puede aceptar. Reconocerá que no se trata de un argumento muy científico como para echar por tierra tanto volumen de rigurosísimo trabajo.
No sé si los 160 jóvenes madrileños que participaron en el mencionado estudio que relaciona acoso homofóbico y riesgo de suicidio aceptarán el término territorio comanche para describir el calvario que han relatado a nuestros investigadores. Tal vez para los cerca de 30 que afirman haberse intentado quitar la vida en una o varias ocasiones sí sea una forma precisa de calificarlo. Chicos y chicas de la capital, de Getafe, de Móstoles, de Leganés, de Alcalá de Henares, de Fuenlabrada, de Majadahonda, de Rivas, de Collado Villalba…
Por haber sufrido violencias que empañan la idílica imagen del sistema educativo que usted defiende, estos chicos y chicas no van a encontrar amparo y protección por parte de su partido y del Gobierno regional. Sería reconocer que las cosas no se están haciendo del todo bien. Cuando decidieron participar en nuestro estudio lo hicieron satisfechos de que, por fin, alguien los escuchaba. Poco se imaginaban que su voz iba a ser acallada por el partido que gobierna su comunidad y al que, con toda probabilidad, han votado muchos de sus padres y madres.
Más demoledor todavía es tener la certeza de que usted no se creía ni una palabra de lo que estaba defendiendo. Porque me consta que hasta el día anterior había decidido apoyar una buena parte de la propuesta socialista –que contaba, le recuerdo con el apoyo del resto de nuestros representantes-. Especialmente porque usted asistió hace apenas unas semanas a la presentación de esta investigación en la Comisión de Igualdad de la Asamblea madrileña, y creo que conoce perfectamente la dimensión del problema. Pero llegó la voz de su amo imponiendo una posición obstruccionista que resulta, permítame, irracional, injusta y cruel. Muy poco humanitaria, ciertamente.
¿Y qué decir de lo que sentí cuándo vimos al Diputado Pedro Núñez Morgades votar en contra de la proposición? El señor Núñez Morgades fue Defensor del Menor de la CAM. Durante su mandato le presentamos estudios, casos personales, experiencias que le hicieron abrir los ojos y lo llevaron a reclamar públicamente acciones contra la homofobia que sufren tantos chicos y chicas en las escuelas. ¿Qué imagen de la política y la democracia ofreció ayer al defender exactamente lo contrario de lo que pensaba cuando estaba en otra posición menos subordinada?
Permítame otra pregunta más: ¿a qué vinieron los aplauso tras el rechazo de la PNL? ¿Qué significan? ¿Era tan terrible que hubiera prosperado una petición de acciones contra la homofobia escolar como para desatar ese estallido de alegría? Qué poco inspirador y nada edificante espectáculo dio la Asamblea de Madrid.
Las organizaciones que habían demandado esa imprescindible, urgente, vital PNL habían pedido al PSM que hiciera los esfuerzos que fueran necesarios para pactar un texto que, aunque fuera de mínimos, visibilizara el sufrimiento de tantos y tantos adolescentes, y que reclamara medidas enfocadas a paliarlo. Encontrar un consenso, aunque muy básico, nos parecía muy valioso. Porque, les dijimos, no se trata de una cuestión de ideologías ni de triunfos políticos, sino de salvar vidas, de buscar el respeto y la dignidad para millares de menores que no tienen ni la voz ni la capacidad para pedir auxilio por ellos mismos. Hacer, en definitiva, un trabajo que gobiernos conservadores de Gran Bretaña, Irlanda o Alemania, por ejemplo, ya están haciendo
Al final, un mezquino juego político pudo más que la voz de la razón y de la humanidad. Triste lección la que aprendimos los representantes de las asociaciones LGTB allí presentes.
Nadie le quita al Gobierno de Madrid el mérito de haber montado un buen Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales (programa que, por cierto, tiene prohibido incidir en el ámbito educativo), ni de haber creado una Unidad de Trastornos de Identidad de Género, ni de algunas otras cuestiones importantes para el bienestar da la población LGTB; pero negar una realidad evidente, que cuenta con demostraciones científicas y que incluso acaba de ser avalada por la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, es innecesario, desalmado y absolutamente ofensivo.
Por ello, me permito rogarle que tenga a bien leerse el informe que FELGTB acaba de hacer entrega al Defensor del Pueblo y a todas las defensorías de las comunidades autónoma demandando amparo ante la inacción de los poderes públicos. También le recomendamos el estudio “Acoso escolar homofóbico y riesgo de suicidio en adolescentes y jóvenes LGB”. Si tiene a bien leerlo encontrará testimonios como éstos:
“A menudo sí solía pensar que sería mejor estar muerto”.
“El peor momento fue cuando un niño del colegio (12 años), de un grupo que me estaba acosando, dijo: “Joder, cómo nos pasamos, si yo fuera él me pegaba un tiro”.
Si 653 testimonios de este calibre –insistimos, 160 de la CAM- no les hacen recapacitar, a usted y a su partido, sobre su ética política y sobre los límites que ésta no debería sobrepasar, me temo que mal futuro nos espera en la Comunidad de Madrid, especialmente para estos chicos y chicas a quienes no todo el mundo parece querer escuchar.
Atentamente,
Jesús Generelo Lanaspa, Director de la investigación “Acoso escolar homofóbico y riesgo de suicidio en adolescentes y jóvenes LGB” y Secretario General de la FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales).
Más información sobre la PNL, aquí.
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