"Vamos a reunirnos para golpear a Julio enfrente de la escuela a las tres". "Mirá esta foto de Jazmín sin blusa"… Estas frases se recrudecen ahora que comenzaron las clases.
Con ellas viene uno de los hechos más temidos en los últimos tiempos: el ciberbullying o acoso escolar cibernético.Las redes sociales, muchas veces, pueden ser usadas para la socialización, de una manera positiva. Los jóvenes podrían profundizar sus relaciones de amistad y comunicarse sobre varios temas de su interés. Pero así también, como en todo sistema social, se producen abusos. Actualmente, con el aumento de la utilización de internet, también se multiplica el ciberbullying, el acoso en las redes sociales.
Bullying viene de la palabra bull, que en inglés significa toro. El término, usado para describir el acoso escolar, está relacionado con la intimidación y la acción de torear de forma constante a otra persona.
La Lic. Diana S. Lesme Romero, sicóloga local y directora ejecutiva de SSAFE (Servicios Sicológicos de Apoyo a la Familia y la Escuela), explica que el bullying es "una conducta y actitud violenta hacia los demás; es una forma de agresión intencionalmente dirigida al otro con el fin de perjudicarlo".
Ella explica que en el esquema de acoso escolar hay un acosador, un acosado y testigos-espectadores. Las características del bullying incluyen que la acción sea intencional, no accidental, repetitiva en un tiempo, e implica una relación asimétrica, de poder ejercido con violencia del agresor al agredido. Este poder puede basarse en componentes físicos, psicológicos o sociales.
En cualquier momento
"El bullying en cualquiera de sus formas puede aparecer en cualquier momento de la vida escolar, con manifestaciones distintas", explica Lesme. "Se han visto con más frecuencia hostigamientos en los momentos de paso de un nivel a otro. El periodo evolutivo en el que se ven a nivel local más casos de bullying y, últimamente, ciberbullying son los grados 7.º y 8.º, de 13 a 15 años, y también en el 5.º grado".
Los perfiles del acosador y el acosado son difíciles de determinar, pero hay factores comunes en cada uno. La sicóloga explica que los acosadores, a veces, tienen una necesidad de sentirse fuertes y en control; de vez en cuando tienen conflictos en la relación con los adultos y también poca empatía hacia los acosados. Y estos suelen ser personas que van contra la masa, tienen inhabilidad social y, a veces, debilidades. Muchas veces, los acosados se quedan callados porque sienten miedo o vergüenza.
La agresión entre los adolescentes y niños puede ser peligrosa, y el ciberbullying es una adaptación del acoso a nuestro tiempo. Lesme describe que esta modalidad "es una puerta de entrada para el bullying presencial; raramente se queda la agresión a nivel virtual". Además, hay algunas características del acoso virtual que lo hacen potencialmente más riesgoso para el acosado.
"El ciberbullying favorece a la mentira", explica la sicóloga. Una persona puede crear un perfil falso, puede cambiar una foto con Photoshop o, a veces, comentar bajo el nombre "anónimo". Este fue un gran problema con el Orkut, porque muchos estudiantes crearon grupos con usuarios anónimos, planeando peleas o diciendo cosas malas sobre otros. Al permitir el anonimato, "fomenta la irresponsabilidad del sujeto en su acto", revela Lesme.
El acoso cibernético también tiene un impacto instantáneo y no hay límite en el número de personas que pueden convertirse en acosadoras, porque todos pueden participar. "Todos lo ven", dice la Lic. Lesme, "y se reproduce a varios círculos sociales". Debido a que los estudiantes están tan conectados a internet y sus teléfonos, la persona puede llegar a ser un objetivo permanente de la victimización. El ciberbullying puede penetrar al hogar de un acosado, un lugar que normalmente es su refugio. Esto puede crear sensaciones de exposición y alienación, conduciendo sentimientos de autoaislamiento.
Los padres
El papel de los padres también afecta al ciberbullying. La profesional dice que "adultos de esta generación no están suficientemente conscientes en el internet social". Un estudio de la Federación de Asociaciones de Padres e Instituciones Educativas del Paraguay (Fedapar) resalta que el 38 % de los padres no tienen conocimiento actualizado sobre las redes sociales. El 42 % no supervisa a sus hijos en el uso de la computadora y el 46 % nunca ha hablado con ellos sobre los riesgos de internet.
El problema del acoso cibernético es muy grave en los Estados Unidos, con cuatro causas de adolescentes suicidándose por culpa de la agresión. El National Crime Prevention Council dice que casi el 50 % de los adolescentes en los EE. UU. están afectados por ciberbullying. En Paraguay hay varias causas de ciberbullying, pero Lesme explica que no es tan prevalente como los Estados Unidos, porque en el interior no todas las casas tienen computadoras. A veces, los estudiantes tienen que pagar por usar internet y, entonces, no hay tanto enfoque en ciberbullying.
Pero todavía es un problema que se va desarrollando. En 2007, algunos padres se juntaron para denunciar en el Orkut "fotos trucadas de sus hijos; en algunos se observan escenas de supuestos actos sexuales". El argumento en defensa del Orkut fue que siempre habrá otras comunidades sociales en línea que podrían tener los mismos riesgos. Ahora, Facebook es el social network más popular y, aunque está controlado, es imposible para los ejecutivos mantenerse al día con todas las instancias de intimidación.
¿Qué hacemos?
Entonces ¿cuál es la solución? Otro problema con el acoso cibernético es que no está claro quién es responsable. Si penetra tanto en la escuela como en el hogar, ¿cómo puede mantenerse bajo control? ¿Los padres o los maestros deberían tomar acciones? La respuesta es una combinación de ambos.
Lesme y la organización SSAFE, en conjunto con el programa Aprender sin miedo y el Ministerio de Educación y Cultura, hicieron un Manual Didáctico para la prevención e intervención del acoso escolar.
El manual da información sobre el ciberacoso y explica varias maneras con las que los profesores pueden ayudar a sus estudiantes, con actividades para promover la concienciación en todos los estamentos educativos sobre el problema. También demuestra formas de intervención exitosa en el acoso escolar y normativas que puedan aplicarse a nivel escolar en todo el país. La psicóloga dice que es importante "revalorizar la cultura del esfuerzo y que forme para la cultura del proyecto", y "generar políticas y normativas escolares institucionales de intervención a nivel grupal e individual con normativas que desmotiven la violencia, la intolerancia y la inflexibilidad".
Desde las familias, ante la sospecha de que se está dando una situación de acoso escolar, Lesme recomienda que los padres no esperen a que el niño hable sobre su situación. "Conversar claramente sobre los indicios que parecen delatar que está siendo víctima de maltrato", dice la psicóloga. "Es importante para el niño o el adolescente saber que genuinamente puede contar con los adultos que están cerca".
El ciberbullying es una creación social y una parte de la nueva generación, pero cuando hay una conciencia de que está pasando en las escuelas y en las redes sociales, todas las generaciones, aunque sean profesores, padres o hermanos, pueden ayudar a los adolescentes contra la intimidación.
Más información
dslesme@click.com.py, a través de http://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/abc-revista/luchando-contra-el--ciberbullying-378320.html
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