La familia y el bullying en las escuelas

 

Dos trágicos casos ocurridos esta semana en dos ciudades del país han alarmado a la sociedad estadounidense, que ahora busca reflexionar y ponerle coto al creciente acoso contra los niños en las escuelas, fenómeno más conocido como “bullying”.
Ese término ya dejó de ser extraño para nuestra comunidad hispana, muchos de cuyos hijos enfrentan situaciones de abuso sexual, psicológico, verbal y sobre todo físico en sus centros de enseñanza. El problema es que los casos de agresiones de este tipo han aumentado vertiginosamente en los últimos tiempos. Lo peor de todo es que los maestros no se dan cuenta y los padres pocas veces llegan a enterarse.
El “bullying” proviene de un vocablo holandés que traducido significa acoso y que empezó a aplicarse desde la década de los ’70 para generar un programa completo contra esa peligrosa costumbre en las escuelas de Noruega.
El reciente caso de Joanna, una niña de origen hispano de 10 años que murió por un severo traumatismo en la cabeza tras protagonizar una pelea con otra niña cerca de su escuela en California, ha conmovido a toda la nación. Todas las evidencias apuntan a que la menor fue víctima de “bullying”.
A ello se suma el fatídico tiroteo que consumó un escolar de 17 años en un centro educativo secundario en la ciudad de Chardon, Ohio. El adolescente se habría vengado de las burlas de que era objeto por parte de otros estudiantes, debido a su personalidad retraída y solitaria.
Creemos que es el momento de actuar, antes de que el problema se torne aún más serio. Esta tarea le corresponde a la familia en su conjunto, como célula fundamental de la sociedad y fuente de amor y educación de los niños. Pero los profesores también deberían involucrarse mejor en este tema.
Como sostienen los especialistas, la mejor recomendación está en evitar que nuestro hogar se convierta en un escenario hostil o, por el contrario, demasiado permisivo. Ambas situaciones extremas, ténganlo por seguro, estimularán a los niños a generar conductas agresivas.
No lo olvide: la familia debe estar informada constantemente para alejar a sus hijos del “bullying”. Creemos que no sólo es fundamental el amor y la comunicación entre padres e hijos. También debe ser necesaria la observación, para detectar a tiempo cualquier conducta anormal. Un trabajo conjunto entre los padres y los maestros evitará situaciones peligrosas como las que comentamos.

Fuente:

http://www.washingtonhispanic.com/nota10836.html

 

Fuente vídeo:

https://www.youtube.com/watch?v=pUo4HBbz0L4&feature=player_embedded#!