Un compañero suyo lo dañó al cerrar la ventana por la que miraba a la calle, dentro del colegio nacional Rosa Merino, del Rímac.
Su profesora del tercer año de primaria lo llevó al hospital Cayetano Heredia -en donde calificaron la lesión como grave- y entregó a los médicos la parte de dedo que perdió.
Los especialistas sometieron al pequeño de ocho años a una operación para suturarle la herida, en vista de que ya no podían realizarle un implante.
La familia del niño asegura que sus compañeros suelen agredirlo constantemente. “Un día vino golpeado, otro día le cortaron pelo, le rompieron su toma-todo”, dijo su madre, quien ya interpuso una denuncia.
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