Una empresa de Gordexola elabora un proyecto para detectar y erradicar el acoso escolar en colegios
Elixane Castresana
Zalla
En teoría, el colegio es un lugar para aprender y hacer nuevos amigos. En la práctica, para muchos niños se convierte en un suplicio. Por desgracia, los casos de acoso escolar son una realidad en las aulas. Con el fin de detectar los casos existentes y prevenir estas situaciones, una empresa de Gordexola ha elaborado un proyecto que quieren presentar en los centros escolares de Euskadi.
"El maltrato escolar entre iguales se produce a edades muy tempranas", en opinión de Maite Ortega, representante de la empresa de gestión cultural y deportiva Alara. Buscando una forma de evitarlo, Maite formó un equipo compuesto por una actriz, una psicóloga y un experto en defensa personal, además de ella misma que se desplazará por los colegios.
Buscan actuar frente al bullying en las edades consideradas más sensibles, desde los 11 y 12 años que abarcarían sexto de Primaria y los cuatro cursos de Secundaria. Para ello, han elaborado un protocolo de actuación. "La primera fase se compone de varias sesiones de cuatro horas y media para cada clase", explica Maite.
En ese primer momento entra en escena Elsa Pamparacuatro. Diplomada en Artes Escénicas, representa delante de los escolares algunas situaciones sobre las cuales les pregunta la psicóloga Iratxe Alkiza. "Tratamos de que lo perciban como un juego para que hablen de las cosas que pasan en clase. Es una de las razones por las que pedimos a los profesores que no estén. Su presencia puede condicionar a los niños", valora Maite. "Les planteo situaciones para que valoren lo que han visto y tomen conciencia de que no solo el que insulta o pega es el malo. Hay tres caras: quien ejecuta, quien recibe y quien lo consiente", describe Elsa.
¿Dónde empieza el maltrato? La idea es que su actuación haga aflorar los conflictos de la clase y la profesional pueda evaluar si la línea del maltrato se cruza o no. "La diferencia la marca cómo se siente la persona agredida y la medida en que su vida se ve afectada. Si un niño empieza a decir que no quiere ir a clase, sus notas empeoran... entonces existe un problema", señala la psicóloga infantil.
Generalmente, "en el caso de los chicos el maltrato se manifiesta de una forma física, mientras que las niñas lo exteriorizan más sutilmente, aislando a una compañera del grupo". Ponerse en el lugar de la persona que sufre el acoso es otra de las herramientas con las que pretenden luchar contra el bullying. Esa tarea le corresponde a José Luis Arranz. "Les doy unas nociones básicas, pero siempre sin hacer daño a la otra persona. La actitud es muy importante, desde los gestos hasta las miradas. Un principio básico de la defensa es mirar hacia adelante, porque el agresor no se espera eso de quien a priori considera más débil", argumenta.
Con todo este trabajo, se elabora un informe que se presenta al centro escolar en el que se especifica si se han advertido indicios de maltrato, en cuyo caso sería necesario acometer la segunda fase del trabajo. Ahí interviene Carmen Hernández, diplomada en Magisterio y con el título de coach -entrenador en inglés-. Acompañada de la psicóloga, su trabajo se centra en las personas que causan y sufren bullying. Ellas intentan desentrañar qué se esconde detrás de este comportamiento. "Quien agrede física o verbalmente tiene un problema que oculta atacando a los demás. Las dos partes están tan tocadas que les cuesta lo mismo abrirse", cuenta Carmen.
"Antes la gente se lo callaba", expone. Acabar con ese silencio es el propósito de esta iniciativa, que han presentado a los gobiernos de Euskadi y Cantabria. "Los colegios que quieran saber más al respecto pueden consultar la página web www.alara.com y contactar con nosotros", invita Maite.
Fuente:
http://www.deia.com/2012/02/16/bizkaia/margen-izquierda-encartaciones/las-secuelas-de-los-insultos
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