Marcela Fernández creó una asociación tras el fallecimiento de su hijo que había sido víctima de este preocupante flagelo
Dicen que para una madre no hay dolor más grande que la pérdida de un hijo. Marcela Fernández lo sufrió en carne propia, cuando "su" Pablo Nicolás murió en un accidente de tránsito a los 14 años. Pero Marcela venía sufriendo por y junto con su hijo desde hacía mucho tiempo. En la escuela, Pablo era blanco de acoso escolar a diario. Un mes antes del fatal desenlace, llegaron a tirarlo debajo de un colectivo. Podría pensarse que ante una situación así la respuesta es abrigar un gran sentimiento de rencor o hasta de represalia. La madre del adolescente tomó el camino exactamente inverso. Del dolor sacó fuerzas y amor para fundar una asociación que, desde hace 4 años, trabaja en las escuelas para prevenir y erradicar la violencia entre pares. Marcela lo resume con una frase tan simple como contundente: "Ningún chico nace violento; los adultos los hacemos violentos".
“La ONG trabaja en las secundarias 5 y 9 y en las primarias 50 de Los Hornos y 117 de City Bell”
Bajo la consigna "Crecer iguales", la asociación "Pablo Nicolás para la prevención y el control de la violencia en las escuelas" hoy trabaja en las secundarias 5 y 9 y en las primarias 50 de Los Hornos y 117 de City Bell. Y lo hace a través de talleres interactivos, mediante los cuales busca convertir a los chicos en "los protagonistas del cambio" (ver aparte).
"Cuando nos presentamos les decimos: el problema existe, pero no tenemos la solución, busquémosla entre todos", explica Marcela Fernández y comenta que actualmente cuentan con una psicopedagoga, dos psicólogas sociales, un abogado especializado en violencia familiar y 30 talleristas. Pero no alcanza. "Tenemos una enorme cantidad de pedidos que no podemos satisfacer; faltan voluntarios", hace notar.
Esos pedidos provienen de la zona y de lugares alejados. El 28 de octubre, por caso, dictaron los talleres en el Centro Educativo Complementario N° 80 de Magdalena, donde 5 meses antes habían brindado charlas en el marco de las jornadas sobre violencia en las escuelas organizadas por el Municipio de ese distrito, declaradas de interés municipal.
DEL DOLOR, AMOR
¿Cómo nace esta historia? Pablo Nicolás iba a un colegio privado platense, y desde 4° o 5° grado comenzó a ser víctima de bullying, como hoy se conoce a nivel internacional el maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada. El último año de colegio antes de su muerte lo hizo en un centro público, pero "el acoso continuó -recuerda su madre-, porque era negro y un grandote pavo (tenía un cuerpo imponente para su edad)", dice, y esboza una sonrisa antes de contar que cierta vez le preguntó porqué no se defendía. "Me respondió que si lo hacía, con su fuerza podía lastimar a alguien".
El 19 de noviembre del 2006, Pablo fue al circuito Roberto Mouras guiado por su gran pasión, el TC, y por su máximo ídolo, Marcos Di Palma. A la salida sufrió el accidente por el que estuvo en terapia intensiva durante 8 días.
"LOS QUIERO MUCHO"
¿Nunca sintió rencor? Marcela rememora el hecho que la movilizó a punto tal de convertirse en hacedora de una ong que lucha contra el acoso escolar. "Se aparecieron en el hospital los 30 compañeros. El espectáculo fue devastador. Se desató una crisis de llanto grupal que me impactó. Sentían culpa por lo que le habían hecho y no sabían qué decirme. ¿Cómo se puede tener rencor hacia esas criaturas?", se pregunta ahora Marcela. "Armaron grupos de 4 o 5 chicos y chicas que se turnaron para acompañarme durante los 8 días. No hablaron, pero estuvieron ahí siempre. Me regalaron un rosario, una carta y una pulsera con imágenes religiosas para Pablo", relata la madre.
Para la fiesta de fin de curso, lo eligieron mejor compañero y le escribieron una canción. Marcela debía ir a buscar el diploma, pero envió una carta: "Olviden las cargadas, las peleas tontas, defiéndanse entre ustedes (...) Sepan que los quiero mucho y que siempre estarán en un lugar muy especial de mi corazón", decía en un párrafo. En una estrofa de la canción, los chicos le dijeron a Pablo: "Vos nos uniste, nos enseñaste a ser un grupo mejor, lo único que pedimos es tenerte de vuelta y compartir un salón".
UNICEF
Según un estudio de Unicef, el acoso escolar se da en todo tipo de escuelas, aunque predomina en las privadas por sobre las públicas. "Lo que ocurre es que en las públicas todo queda más expuesto, mientras que en las privadas se tiende a disimular el problema o, en el mejor de los casos, resolverlo sin ventilarlo", afirman en la Asociación Pablo Nicolás.
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