Acoso escolar e institucional (Pincha en la imagen)

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ACOSO ESCOLAR E INSTITUCIONAL (Pincha en la imagen)

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domingo, 11 de diciembre de 2011

Silencios

Manuel Rodríguez G.














Hay silencios ingenuos y virginales.
Silencios apacibles y diáfanos.
Hay silencios consecuentes y amables.
Silencios de quien vive y deja vivir en paz.
Hay silencios solidarios y nobles.
Silencios adecuados a miradas limpias.
Hay silencios dignos de durar una eternidad.
Silencios perdurables y consecuentes.
Hay silencios de quien descansa en paz.
Silencios de quien ha dejado de hablar.
















Hay también silencios frágiles y dubitativos.
Silencios inquietos y avergonzados
Hay silencios quebradizos pero rehenes.
Silencios que queman pero extintos.
Hay silencios que incomunican y se esconden.
Silencios represivos y vergonzosos.
Hay silencios opresivos que atan.
Silencios cómodos y complacidos.
Hay silencios con chantaje.
Silencios atados y amordazados.
Hay silencios silenciados.
Silencios polucionados y disfrazados.
Hay silencios complacientes y cómplices.
Silencios voluntarios y cobardes.
Esos, esos últimos duelen y mucho.












Hay, finalmente, silencios que ahogan.
Silencios que nublan la esperanza.
Hay silencios que anudan la garganta.
Silencios que asfixian la calma y la exilian.
Hay silencios fríos e inquietos.
Silencios que marginan y excomulgan.
Hay silencios que empujan y obligan.
Silencios coincidentes con tanta soledad.
Hay silencios que vaticinan un acoso y derribo.
Silencios que te hacen saltar al vacío.
Hay silencios que matan y obligan.deseos de morir
Silencios que chantajean a la víctima.
.Hay silencios que inducen al suicidio.
Silencios que invitan a cortarse las venas.
Hay silencios asesinos y cobardes.
Silencios, muchos silencios.
Yo me quedo con el silencio de estos niños…





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sábado, 10 de diciembre de 2011

¿Qué está pasando?. De tal palo tal astilla

Manuel Rodríguez G.
¿Qué está pasando con tantos y tantos casos de marginación, acoso y maltrato?
¿Porqué ese incremento notable en cualquier ambiente: escolar, laboral , familiar, social….?
¿Hasta cuándo debemos soportar los estragos físicos y sobre todo psicológicos para erradicar este terrorismo psicológico?
¿Quién o quienes son los culpables y quienes sus colaboradores complacientes?
¿Por qué se tolera, se estigmatiza, se esconde y disfraza cuando se denuncia?
La respuesta a todas estas preguntas es sencilla: Por la complacencia del silencio cómplice y muchas veces cobarde. Por la falta de apoyo, solidaridad y dignidad hacia la integridad humana de la víctima. Por la falsa inteligencia emocional reinante, lejana a la que transmitía Daniel Goleman, para convertirse en una vulgar interesada y cínica mentira pelota. Por la dejadez y superficialidad de aquell@s que pudiendo unirse a la víctima y expulsar o descubrir al hostigador en cualquier plano, lo consienten e incluso lo aupan.
Hoy no me refiero al acoso escolar propiamente de mi hija, ni siquiera al institucional sufrido por mí;  Hoy me quiero referir al aislamiento sufrido tras ser censurado y expulsado de una lista y, por ende, de sus comentarios, tras la incomodidad que representaba para quienes la dirigen y tener que mostrar e indicar sus muchas falacias y mentiras a tantos que por temor callan y otorgan.
Para ello se buscó una causa; en este caso afirmar por una “psicóloga” de su grupo muy graves aseveraciones; entre ellas, que quienes medican a sus hijos, en el caso del TDAH, los DROGAN por comodidad e incluso por falta de CONCIENCIA. Curiosamente, esta “psicóloga” meses atrás, ya había opinado sobre el tema, aunque no dañando, más bien ignorando el tema como luego confesó. En ese momento di mi parecer. Tras varios meses y ante la incomodidad que he representado en cierta lista por las negligencias y muchas mentiras de su jefe y director, así como el alineamiento escandaloso de algunas personas de su entorno, incluida esta psicóloga, se ve que había que poner el anzuelo para que yo saltase ante la provocación. Luego incluso se pusieron otros enlaces a los medicamentos; todas ellos escandalosos y tirando por tierra el tema de la farmacología, finalmente una tercera persona venía a apoyar a esta "psicóloga". Fue cuando no mordí el anzuelo sino a determinados “pescadores furtivos” para decirles que entre otras cosas eran patéticas esas manifestaciones. El "dire" por fin podía agarrarse a una supuesta falta de respeto o desconsideración hacia otras personas, para negar mi derecho a opinar y defenderme.
Llamarme a mi como a miles y miles de familias que DROGAMOS a nuestros hijos por comodidad e incluso poniendo en entredicho nuestras CONCIENCIAS, parece ser que no constituía descalificación, insulto o barbaridad, pues era una simple opinión; en cambio la mía llamando patética a las manifestaciones soeces de quien considerándose psicóloga expresaba eso; e incluso mentiroso a quien sistemática y compulsivamente ha engañado a un montón de familias que pertenecen a esa escuela era de tarjeta roja (aún a pesar de estar demostrado).
En definitiva, me han censurado y quitado de la lista por dar las quejas de tanta ineptitud, así de sencillo. Por el momento nadie me ha apoyado, nadie se ha mojado, a pesar de ser muchos los que se quejaron.
En resumen, marginación y exclusión por la incomodidad de no callar y no tragar ante no pocas negligencias.
¿Qué está pasando? Simplemente que recogemos lo que sembramos: Callamos y nos desmarcamos, aguantando cualquier actitud, temerosos de las posibles represalias que nos hacen rehenes. Bonito ejemplo para nuestros hijos. De tal palo tal astilla. ¡Así nos va!
Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
(Martin Niemöller)
(Dedicado al dirigente de una pseudoescuela de homeschooling, que por mentiras sistemáticas, y compulsivas diría yo; he de calificarlo de mentiroso, que no insultarlo ni descalificarlo. Eso ya lo hace muy bien él solo. Y no únicamente a sí mismo, sino a un colectivo educativo muy importante que lucha por ser reconocido).
Enlace relacionado:
http://vagabundotraslalibertad.blogspot.com/2011/12/tdah-sobre-ignorancias-voluntarias-o.html
Luego muchos se quejarán de lo que está pasando con sus hijos y con esta sociedad… lamentable, de verdad Triste

 

Fuente vídeo:



http://www.youtube.com/watch?v=u3ZvIp7hNEs

viernes, 9 de diciembre de 2011

Las secuelas de la violencia escolar

 

El acoso que sufre uno de cada cuatro escolares provoca lesiones psicológicas profundas que, si no se tratan, dejan graves secuelas.

«Me sentí muy débil hasta los 10 años sin amigos, ni vida social. No me gustaba ir
al colegio, porque los niños se burlaban de mí». Ese es el recuerdo que guarda
de su infancia la cantante Miriam Fernández, nacida con una parálisis cerebral
que le obligaba a acudir a la escuela en silla de ruedas. El relato que hace de
sus años escolares resulta concluyente. «Me rodeaban y, como no podía caminar,
me utilizaban de pelota. Me cortaban el paso y todo el mundo se reía». Como
ella, uno de cada cuatro niños, el 23% según el más amplio estudio sobre
violencia escolar en España, es víctima del abuso psicológico al que le someten
sus compañeros. Las secuelas de ese «profundo dolor, que no deja rastro físico,
ni moratones, ni sangre, pero pasa factura a lo largo de la vida de la víctima,
son demoledoras», advierte el reconocido psicólogo y escritor Iñaki Piñuel y
Zabala.


«Al leer esta información, muchos adultos revivirán terribles episodios de
violencia psicológica que les marcaron para siempre. Cuando eran niños les
convencieron de que vivían en una selva, donde triunfaría sólo el más fuerte y
donde lo único que cabía era huir, porque nadie les iba a ayudar. ¿Sabe por qué?
Porque todo el mundo trivializa la violencia escolar, que es uno de los grandes
problemas de nuestra sociedad». Piñuel y Zabala participa hoy en la apertura del
curso Encuentros con la Salud de EL CORREO, con una doble charla sobre los
efectos de este fenómeno en la salud infantil. El acto matinal, en la
Universidad del País Vasco, estará presidido por la consejera de Educación,
Isabel Celaá.


La mayor parte de los episodios de violencia que sufren los niños en el colegio
tiene que ver más con conductas de acoso psicológico que físico. «La
ridiculización, la exclusión, el envío de mensajes como 'tu no juegas, eres
respulsivo y si quieres estar con nosotros, danos tu juguete...' acaban por
hacer que el niño se sienta como un monstruo», relata el experto. Las víctimas
son críos iguales que los demás, pero por algún motivo desconocido son elegidos
para convertirse en blanco de las burlas de sus compañeros. «Basta un
rendimiento extraordinario, el hecho de que sean chicos o chicas más ingenuos,
más curiosos, más guapos, cualquier razón vale para convertirlos en chivos
expiatorios».


Cuanto más pequeño es el chaval, más difícil resulta detectar esta situación,
porque para un niño resulta muy difícil poner palabras a una vivencia así.
«Desgraciadamente», cuando lo hacen, los padres tienden a negar el problema.
«Sofocan el relato diciendo a su hijo que es normal, que eso siempre ha
ocurrido, 'también me pasó a mí, no hagas caso y mira para otro lado'». Tampoco
en la escuela, según el especialista madrileño, encuentran la solidaridad
necesaria. «Lo habitual es que los padres reciban del centro el diagnóstico al
revés: 'su niño no sabe hacer amigos, no sabe integrarse, no sabe jugar ni hacer
frente al maltrato».

El patio es «la guerra»
El efecto más frecuente de la violencia escolar en la salud infantil es el
estrés postraumático, una sensación de miedo e inseguridad comparable a la que
viven las víctimas de bombardeos, violaciones, secuestros y terremotos. Los
niños que lo padecen se muestran más irritables, presentan problemas de
atención, tienen miedo, rechazan ir a la escuela, especialmente tras un fin de
semana o a la vuelta de vacaciones; y con frecuencia desarrollan molestias
psicosomáticas. Dolores de cabeza y estómago, por ejemplo, que vuelven 'locos' a
los médicos, incapaces de ver lo que no hay. «Niños con estrés postraumático son
frecuentemente diagnosticados de hiperactividad. Esta confusión es tremenda
porque no sólo no da con la verdadera causa, sino que, además, revictimiza al
niño con un diagnóstico erróneo».


El autor de 'Mobbing escolar: Violencia y acoso psicológico contra los niños'
dice que es necesario hacer entender al menor que él no es culpable de lo que le
ocurre; y a los centros educativos que, en el horario escolar, son ellos los
«responsables del cuidado de los niños». «No mandamos a nuestros hijos a una
guerra. Les mandamos al colegio y allí los educadores tienen una posición
jurídica de garantes. Son los que han de asegurar la integridad psíquica y
física de nuestros hijos».


Fuente: elcorreo.com

 

Fuente vídeo:

http://www.youtube.com/watch?v=CmMVzyGKvT8&feature=player_embedded

lunes, 5 de diciembre de 2011

Retratado el acoso escolar

 

Estudio pionero revela que las niñas cometen más agresiones que los varones

Cynthia López Cabán

Un retrato sobre el acoso escolar en la Isla empieza a escribirse con un estudio pionero sobre el tema que reveló que las niñas cometen más agresiones que los niños y que estos actos de violencia son más comunes en la escuela elemental, particularmente en cuarto y sexto grado.

El estudio “Bullying in Puerto Rico: A Descriptive Study”, realizado por la firma independiente de consultoría Parenting Resources, contó con una muestra de 1,261 estudiantes de tres escuelas públicas y dos privadas de la zona metropolitana.

La investigación, con datos recopilados desde el 2008 al presente, consignó que el 16% de los estudiantes encuestados sufrió acoso dos o tres veces durante los dos meses previos a responder el cuestionario.

El 20% de los encuestados también identificó a una niña como su agresor, mientras que el 18% señaló a un varón.

Sin embargo, el porcentaje de niñas que se identificó como bravucona es menor (6%) al de niños (11%).

La psicóloga clínica Joy Lynn Suárez, coautora del estudio que se presentó ayer en la Conferencia Anual del College Board celebrada en Isla Verde, indicó que no tenía una respuesta científica para explicar esta situación. Pero conjeturó que quizás las niñas tienen dificultad para reconocer esta conducta porque el tipo de acoso que predomina entre ellas tiene que ver con rumores o chismes.

Los varones, por el contrario, exhiben una conducta que contempla la agresión física.

Este estudio, además reflejó que el 25% de los menores acosados está en la escuela elemental, el 13% en la intermedia y el 9% en la escuela superior.

En la categoría de escuela elemental, específicamente, la investigación descubrió que en cuarto y sexto grado es cuando más casos de acoso se reportan. El 33% de los estudiantes de cuarto ha sido víctima de un bravucón o bravucona y el 27% de los de sexto grado.

Los pequeños denuncian más

La psicóloga clínica Maribel González, coautora del estudio, explicó que esta situación se debe a que los niños en grados primarios tienen menos miedo a denunciar este tipo de comportamiento y a buscar ayuda.

“Ellos lo aceptan con mayor facilidad porque no tienen miedo, ni vergüenza del qué dirán”, apuntó.

Pese a que hay más niños que denuncian los casos, estos no suelen identificarse como bravucones.

Una situación contraria ocurre en el caso de los adolescentes, quienes se identifican como agresores pero no reportan los incidentes con esa frecuencia.

El 12% de los estudiantes de undécimo grado y el 12% de los de octavo se catalogó como bravucón, mientras que solo un 3% de los niños de escuela elemental se identificó con ese calificativo.

“Mientras más entran a la adolescencia y a la escuela superior, tiende a ser más ‘cool’ aceptar que eres un bully”, apuntó Suárez.

“Cuando son chiquitos no están tan claros en el manejo de este concepto, que es muy abstracto”, agregó.

Predomina el abuso verbal

Los hallazgos del estudio, que aspira a ampliar su muestra, evidencian que el tipo de bullying que predomina es el verbal y que solo el 5% reportó casos de cyberbullying o de ciberespacio.

El 15% de los acosados reportó que fue objeto de burlas y malos nombres, mientras que un 12% indicó que sus pares regaron rumores para provocar el rechazo de sus compañeros.

Según Suárez y González, el estudio constató que la tendencia en la Isla es similar a la de Estados Unidos, una situación que permite utilizar los modelos de intervención ensayados en ese país.

Como parte de su trabajo, González indicó que el estudio comienza a derrotar la visión de que los bravucones son niños inseguros y con problemas.

“Los bullies tienden a ser los líderes de grupo, los que controlan. Les gusta el poder y por eso los demás niños -aunque sea con miedo- los respetan y los siguen”, acotó la investigadora que ofrece talleres sobre el manejo del acoso escolar.

Ante este cuadro, el dúo convocó a los maestros a educarse sobre el tema para intervenir de forma adecuada.

“Hay que intervenir en este momento nombrando la conducta y parándola. En la mayoría de los casos con hacer esto se para el bullying”, afirmó González.

Además, las escuelas deben establecer políticas y diseñar protocolos para atender los casos de acoso escolar. El Departamento de Educación tiene una política y se encuentra en el proceso de divulgar su protocolo, según Suárez.

Combatiendo el bullying

El acosador

Necesita sentir el poder.

Disfruta si mantiene el control.

Es impulsivo y se enfada con facilidad.

Siente hostilidad hacia su entorno.

Muestra satisfacción en producir daño.

Es desafiante y agresivo.

La víctima

Es sensible, callada, apartada o tímida.

Sufre de pobre autoestima.

A menudo no posee ni un solo buen amigo y se relaciona mejor con los adultos.

Fuente: El Nuevo Día

 

Fuente vídeo:

https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=y0DKz_4cWys

sábado, 3 de diciembre de 2011

Otro suicidio de una víctima de acoso escolar

 

La joven de 15 años se quitó la vida tras sufrir acoso escolar en su instituto

Imágenes de Marjorie Raymond extraídas de la red social Facebook.

Una adolescente del este de la provincia de Quebec se suicidó este
lunes después de soportar durante años acoso escolar en el centro donde
estudiaba, en la Península de Gaspesia.
Marjorie Raymond, que tenía 15 años de edad, sufría burlas y acoso escolar desde
el primer día que empezó a estudiar en el instituto Gabrielle Le Courtois. Su
madre, Chantal Larose, declaró sin embargo a la cadena CTV que hasta hacía poco
desconocía los problemas por los que estaba atravesando su hija.
El suicidio de Marjorie se produce poco después de que, el pasado mes de
octubre, otro adolescente acosado, Jamie Hubley, también de 15 años de edad, se
quitase asimismo la vida, esta vez en Ottawa. Jamie era el único chico
abiertamente homosexual de su escuela, y había padecido acoso escolar por esta
razón durante años. Según contó su padre, el chico era insultado y discriminado
por sus compañeros, tanto en la escuela primaria como en la secundaria.
Larose afirmó que su hija Marjorie era muy hábil ocultando sus sentimientos,
pero que hacía poco habían hablado sobre los abusos que sufría la chica, quien
le dijo a su madre que odiaba la escuela a la que acudía. La madre le prometió a
su hija que la cambiaría de instituto cuando cumpliera los 16 años.
Antes de suicidarse, Marjorie dejó una nota en la que escribió: “La culpa es de
la vida, de las personas celosas de este mundo que solo quieren arruinar nuestra
felicidad”. La adolescente también pidió disculpas a su hermano, hermana y a sus
padres y dejó un mensaje para su madre: “Mamá, siento mucho lo que hice. Eres la
mejor madre del mundo. Ahora seré tu ángel de la guarda en un lugar mejor”.
Larose afirmó que cuando supo del acoso escolar que sufría su hija contactó con
la escuela y el personal del centro suspendió a algunos alumnos durante breves
periodos de tiempo. El jefe de la junta escolar, la Comisión Escolar de los
Chics-Chocs, afirmó que los detalles específicos del caso nunca llegaron a sus
oídos.
Psicólogos acudieron a la escuela Gabrielle Le Courtois para ayudar al personal
académico y a los estudiantes a lidiar con la noticia del suicidio de Marjorie
Raymond. Larose dijo que la ayuda llega demasiado tarde para su hija.
Tras hacerse público el suicidio de Marjorie, multitud de personas han dado el
pésame a la familia y han lamentado la muerte de la joven. En Facebook se ha
creado una página llamada ‘Marjorie Raumon, love’, a la que se han unido más de
45.000 personas.
Pero a pesar de las muestras de apoyo y denuncia del acoso escolar, dos personas
que responden a los nombres de Angel Mythe Reck y Gentil Dauphin Triste, y que
afirman no ser estudiantes de la escuela, crearon una página en Facebook donde
se burlaban del suicidio de Marjorie. Publicaron una foto de una joven
ensangrentada y aseguraron que publicarían más fotos relacionadas con la muerte
de la adolescente. Finalmente la página fue cerrada este miércoles por la tarde.
El premier de Quebec, Jean Charest, y la líder de la oposición Pauline Marois
condenaron el acoso escolar y ofrecieron sus condolencias a la familia de
Marjorie. “Estos problemas suelen ser temas difíciles y vamos a ver qué podemos
hacer para ser más efectivos”, dijo Charest.
Marois, por su parte, declaró que los programas que luchan contra el acoso
escolar deben volverse a evaluar tras la muerte de Marjorie. “Hay programas del
Ministerio de Educación, pero estos no consiguieron cambiar las cosas, es por
ello que tenemos que reflexionar sobre esta situación y cambiar los
procedimientos”, afirmó Marois.

Fuente:

http://diarioelpopular.com/2011/11/otro-suicidio-de-una-victima-de-acoso-escolar/

 

deseos de morir

viernes, 2 de diciembre de 2011

De compañeros a verdugos

 

 

Quitar el bocadillo, evitar que participe en los juegos en Primaria, o lanzar bulos en las redes sociales en Secundaria son casos de violencia entre iguales que han provocado que, en lo que va de curso, tres familias soliciten el traslado de centro para sus hijos

Insultos, críticas o rechazo por parte de los compañeros. Éstas son sólo algunas de las conductas que cometen menores agresores y que soportan los agredidos. Se trata de comportamientos que han hecho que tres familias granadinas hayan solicitado a la Delegación de Educación en lo que va de curso el traslado de sus hijos a otros centros. La razón de estos traslados de centros -todos colegios de Primaria- es el acoso entre iguales.
La Administración educativa trabaja en estos casos desde que se detectan. La Consejería ha dado pasos importantes en esta dirección en el último año con la publicación de una orden que regula la convivencia en los centros docentes, con la suscripción del compromiso de las familias a participar en el proceso educativo de sus hijos, así como la obligatoriedad de todos los centros a contar con Planes de Convivencia e imponer la figura de delegados de padres y madres.
Sin embargo, los expertos en la materia reconocen que los niños tardan en reconocer que reciben amenazas o que un compañero de clase le hace sombra. Según explica el psicólogo José María Carrasco se trata de casos que son "difíciles de detectar", sobre todo, entre los niños de Primaria, ya que "no son un acoso en toda regla". En niños de esta edad, los casos van "desde la ignorancia, insultos, burlas y la ridiculización", detalla. En cambio, en los chavales de Secundaria "la exclusión es más fuerte".
El fenómeno bullying o violencia interpersonal e injustificada entre iguales es ampliamente conocido tanto a nivel educativo y social. Más del 25% de los escolares de Primaria y el 10% de Secundaria han tenido alguna experiencia de este tipo, problemas que se disuelven en un breve o mediano plazo de tiempo. Pero entre un 5% de los casos de Primaria y un 2% de Secundaria están afectados de victimización persistente que daña psicológica, moral y a veces físicamente a los afectados.
Para Carrasco, una de las soluciones para evitar que surjan este tipo de comportamientos es "la ayuda en familia, puesto que cada centro tiene su protocolo de actuación". Cuando al psicólogo le llegan casos de acoso escolar, lo primero que hace es entrevistar a los padres y "valorar al niño para ver si tiene algún tipo de problema y conocer su autoestima". El tercer paso que da este experto es la intervención directa con el menor y también con la familia. Para Carrasco, los padres han de cumplir un papel importante y considera que "es muy necesario que sepan ayudar". El psicólogo incide en el comportamiento de los padres y reconoce que en muchos casos "hay una excesiva protección sobre los niños". A su juicio, los niños "tienen que tener más libertad".
El psicólogo recomienda que la familia trabaje con el niño en casa en tareas comunes para "que el menor tenga independencia", pequeñas actuaciones que lo hacen más responsable y consiguen "que se extrapolen" a la hora de ir al colegio; y fomentar la empatía, escuchar más a los hijos "para que cuenten qué les pasa en clase".
En el caso de Secundaria, los chavales pueden ser más crueles con sus compañeros de clase cuando se convierten en agresores. En plena etapa adolescente, "el acoso que hacen es en toda regla", sostiene Carrasco y en algunos casos "llegan a las manos", provocando incluso que los afectados "se quedan marginados socialmente".
El psicólogo también alerta del uso de las redes sociales entre los adolescentes, que se convierten en auténticos foros de opinión y son escenarios de insultos y falsos comentarios. "El daño que producen es irreparable -añade- y genera en las víctimas dificultades de comunicación asertiva".
El agresor, por su parte, "nunca está solo, se apoya en espectadores pasivos", apuntan los expertos. Estos adolescentes suelen padecer "un deterioro importante en sus casas", "siempre quieren ser los líderes" y "llamar la atención". Por el contrario, la víctima "suele ocultar el acoso durante meses, por eso desde el primer síntoma que se vea hay que pararlo", defiende.
El profesor de la Universidad de Granada Antonio Rus ha impartido charlas en centros de Secundaria de la capital sobre acoso escolar y los datos que maneja son reveladores: el 75% de los estudiantes ha sido testigo de un acto de violencia escolar, el 15% se ha sentido víctima alguna vez, el 2,5% ha sido víctima y el 7,5% reconoce haber sido agresor. "El acoso escolar se da más en los centros privados, concretamente en un 21% de los casos, le siguen los centros públicos (15%), y en menor grado los centros concertados (12%)", informó Rus a alumnos del instituto Padre Suárez.
La delegada de Educación de Granada, Ana Gámez, insiste en "el buen clima de convivencia que se vive en los centros educativos de la provincia", lo que se pone de manifiesto, según ella, en el hecho de que "los tres casos de acoso escolar detectados en Granada, a los que la Administración educativa ha dado respuesta inmediatamente, suponen el 0,0014% del total del alumnado de la provincia (209.740 matriculados este curso)".
El protocolo de actuación que se recoge ahora en la normativa educativa andaluza estipula que, en caso de que se detecte acoso escolar en un centro sostenido con fondos públicos, se salvaguarde la integridad de la persona acosada, lo que permite una intervención inmediata por parte de los servicios de inspección y orientación de la Delegación en coordinación con el Gabinete Provincial de Asesoramiento para la convivencia.
Sin embargo, si se verifica la existencia real de acoso y la actuación inmediata es insuficiente, se procede a la apertura de expediente de cambio de centro. "Si está en situación de riesgo, hay que quitar al alumno del centro. En estos casos el área de planificación de la Delegación estudia rápidamente dónde puede llevarse al niño y se procede al traslado", afirman fuentes de Educación.
Cuando en un centro educativo hace su entrada la violencia escolar, "se reduce la calidad de la enseñanza en él, e incluso la calidad de vida, y los rendimientos de la mayoría del alumnado descienden", explica el profesor Rus. Este profesional también da algunas claves del perfil del acosador: "piensa que hay que hacer a los demás lo que le hacen a él y su capacidad de comprensión moral y empática es menor". Según los expertos, los acosadores se justifican acusando a la víctima de haberle provocado y minimiza su intención de herir, cree que las normas están para saltárselas y piensa que no cumplirlas da prestigio social. "El alumno que acosa considera que en esta vida hay personas que son superiores y otras inferiores y dispone de menos estrategias no violentas para resolver los problemas", matiza el profesor de la UGR.
Entre las causas que llevan a un joven a ser un acosador, se apuntan dos: el autoritarismo y la negligencia en el hogar. "Un progenitor excesivamente autoritario -comenta- puede generar los mismos mecanismos negativos en sus hijos que uno que deje hacer en exceso".
El profesorado, por su parte, está tomando conciencia de las recomendaciones que les hacen los profesionales sobre el acoso: "se les recuerda que la impunidad hace doblemente víctima a la víctima y que ellos también deben hacer que el culpable se sienta responsable de sus actos y se les sugiere que apliquen medidas de sanción. "Educar es también saber decir no".

Fuente:

http://www.granadahoy.com/article/granada/1124939/companeros/verdugos.html

jueves, 1 de diciembre de 2011

Crece el Bullying por la Aceptación de Conductas Agresivas

 

 

image El problema del “bullying” o acoso y agresiones entre estudiantes, siempre ha existido, pero ahora se incrementa, debido entre otros motivos, a que en el “contrato social” (o convivencia) entre niños y jóvenes, es aceptada la impunidad, la prepotencia y la cultura de la no denuncia.
La escritora y conferencista Trixia Valle señaló que ante este problema, es importante que la sociedad y especialmente los docentes, orientadores, pedagogos, trabajadores sociales, madres y padres de familia, sepan cómo enfrentar este fenómeno, mediante el conocimiento y herramientas necesarias.
La expositora participó este viernes en el “Taller sobre técnicas para erradicar el bullying”, evento organizado por la Secretaría de Educación, Cultura y Deporte, en coordinación con la Universidad La Salle, la Fundación del Empresariado Chihuahuense y la DGTI.
La ponente encabezó este taller que fue ofrecido en las instalaciones de la citada universidad, en el donde participó además José Luis Alcántara, especialista en Terapia Clínica y Familiar.
Trixia Valle señaló que el futuro de la sociedad, “pende” y no solo depende, de los niños y niñas que están actualmente en la escuela, por lo que es básico actuar para que todos sepan cómo se combate, erradica o bien la forma de controlar la problemática del bullying en las escuelas.
Destacó que sí se logran corregir patrones negativos de conducta en menores y jóvenes, se podrán corregir luego muchos de los problemas que tenemos en la sociedad.
Para la expositora, este fenómeno social ha aumentado además debido a la fuerte influencia de los contenidos de muchos programas de televisión y de otros medios masivos de comunicación.
Y es que, recalcó, la violencia es presentada como algo divertido, aceptado, aplaudido y gustado, incluso en series de dibujos animados para los niños, mientras que para jóvenes y adultos, hay una gran cantidad de programas en donde el lenguaje agresivo y los insultos, son algo natural, así como los hechos violentos, escenas de cama y demás situaciones con evidentes connotaciones sexuales.
Recomendó a los presentes en el taller que “sin ser exagerada, sino realista”, lo más recomendable es que los menores de 12 años no vean los noticieros”, debido a la influencia negativa que éstos pueden tener en los menores.
Recordó además que los siete millones de “Ninis” (adolescentes y jóvenes que no acuden a la escuela ni trabajan) que hay en el país, son parte de las nuevas generaciones de mexicanos que crecieron viendo la televisión desde pequeños.
Trixia Valle recalcó que hoy la influencia de los medios de comunicación en las ideas y valores prevalecientes en la sociedad, es tan grande que el papel de éstos se ubica casi a la par con el que juegan la familia y la escuela en la formación de niños y jóvenes.
Citó como ejemplo un estudio realizado en 1986 denominado “Los valores de los mexicanos”, en donde se indica que en los años 50´s, el 46% de los valores de los encuestados, provenían de la familia, mientras que el 23% lo obtenían de la escuela y solo un 5% venían de la influencia de los medios de comunicación.
En los años 80s, estos porcentajes se ubicaban en un 27% para la familia, 24% la escuela y un 23% de los medios de comunicación.

El taller sobre Bullying continuará este sábado e incluye contenidos como:
Los cambios en las generaciones; Qué es el Bullyig, actores, tipos y condicionantes; Ciberbullying; Habilidades de asertividad en los niños; Los valores contra el bullying; Cómo implementar campañas positivas para combatir el bullying y Análisis de casos.

Fuente:

http://www.eldigital.com.mx/html/51052_0_1_0_M.html