Vagabundo
El pasado 22 de marzo de 2014, publicaba en uno de mis blogs el caso de una chica que se vio obligada a tomar la fatal decisión de suicidarse por el acoso escolar que -me temo y opino-sufría (Consúltese BULLYING UN CIELO LLENO DE ANGELITOS MUERTOS ).
4 años después, el pasado día 4 de abril de 2018, contestaba
a la pregunta que la hermana menor de esa chica
colombiana, Sarai Mondragón, me hacía, respecto a la información que tenía de
su suicidio obligado (Consúltese SUICIDIOS
INDUCIDOS POR ACOSO ESCOLAR. A LA FAMILIAR DE UNA VÍCTIMA )
Me resulta miserable que hace escasos días apareciese en los
Medios de ¿Información? que
“Un total de 14 centros españoles han sido reconocidos por su labor de
concienciación en acoso escolar y uso de redes sociales”
https://www.europapress.es/castilla-lamancha/noticia-total-14-centros-espanoles-son-reconocidos-labor-concienciacion-acoso-escolar-uso-redes-sociales-20181211144716.html
estando incluido
entre ellos, el colegio donde Sarai Mondragón, -opino- sufrió acoso escolar y por el
que se quitó la vida.
Resulta -desde mi óptica particular- como poco indecente, cínico y negligente el reconocimiento
a dicho colegio, teniendo en cuenta los graves hechos que entiendo en él se produjeron,
pero me temo que el poder omnipresente de determinados estamentos es tal que
esos gravísimos hechos se entierren y disfracen para que el olvido pase página
cual si no pasara nada. Es más, para incluso -opino y creo- se concedan distinciones, cara a
lavar una muy dudosa cara de dignidad y lucha contra el acoso escolar, y así
mostrar un inmaculado escaparate de compromiso ético con el alumnado. Todo ello,
indudablemente con el beneplácito de los burócratas y políticos que han apoyado
este reconocimiento a este supuesto “sacrosanto colegio”.
Sarai fue enterrada. No sólo se enterró su cadáver pueril,
sino además se enterró su dolor, se enterró su desesperación, e incluso se
enterró el recuerdo que parece ser, tras cuatro años de ocultamiento, silencio
y complicidad, muchos ayudaron a tapar, a esconder, a ocultar. Sarai fue enterrada para no ser visibilizada, para sencillamente no existir. Y es que, de todos es sabido, que cuando un gravísimo caso se oculta, se intoxica y se disfraza pasa en la práctica a no existir, a ser olvidado.
“Enhorabuena” colegio de Sarai por ese reconocimiento por su labor de
concienciación en acoso escolar.
“Enhorabuena” a la Secretaria de Estado, Ana Botella, y a
todos los súbditos del Ministerio del Interior que han elaborado el Plan
Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad Escolar por el “celo y
compromiso” del que parece ser, han hecho gala, reconociendo a ese colegio -me temo y así lo pienso-
manchado de sangre esa supuesta labor de concienciación en contra del acoso escolar, y por ende del maltrato y violencia escolar
Eso venía a manifestar el AMPA del “Colegio reconocido”
"La alumna de nuestro colegio nos acaba de dejar para reunirse con nuestro Señor, ya goza del descanso y la felicidad eternas junto a la Virgen y a Madre Alberta. Desde hoy contamos con un angelito más en el cielo. Sabemos que es un hasta pronto. Seguiremos disfrutando de ella a través de la Comunión de los Santos, hasta que llegue nuestra hora y también nos toque a nosotros el premio del descanso eterno".
¡Señor, Señor!
Nota:
Quiero aclarar a lectores y detractores que todo lo que en
estos blogs comento es sencillamente producto de mis suposiciones, de mi dura
experiencia y de las muchas hostias que el poderoso establishment reinante me
ha infringido a lo largo de demasiados años; tantos como los que lleva siendo
"puteada" una joven de 20 años desde su más tierna infancia. Por
tanto, estas presunciones y suposiciones interprétense como simples
opiniones y reflexiones personales. Que cada cual las entienda procedentes
o no. Yo desde luego me las creo, aunque me reservo esa supuesta “paranoia” con
la que a algunos malnacidos les encantaría etiquetarme. Quede ahí ese frágil
escudo antihostias por lo que pase…
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