Pilar Enjamio
Redacción Diariodehuelva.es
La psicóloga Pilar Enjamio analiza cómo detectar los casos en los que se dé acoso escolar y cómo padres, profesores y menores deben enfrentarse a esta situación.
Ahora que va a comenzar el curso escolar es conveniente informar y, una vez más, prevenir aquello que pueda provocar problemas. El acoso escolar es maltrato psicológico ya sea en su vertiente verbal, física o en ambas. Suele darse en el aula y fundamentalmente en los recreos y patios, con cada vez más frecuencia, en las redes sociales, lo que se ha dado en llamar ciberacoso.
Se produce sistemáticamente y repetidamente como una especie de abuso de poder ante la víctima, a la que emocionalmente se amedrenta y aniquila y se acentúa con el silencio, la indiferencia y la complicidad de otros compañeros, con una pretensión de aislarle socialmente y conseguir sus objetivos utilizando la técnica basada en los insultos, motes e imitaciones burlescas para hacer llorar o paralizar mentalmente a la víctima y que los demás lo vean como un ser débil y pusilánime. Incluso a veces se recurre a la manipulación, al etiquetarlo en hechos o afirmaciones que él no ha realizado ni ha dicho para así, de este modo, otros lo crean y se sumen al acoso.
Así, se llega al gregarismo, con el gran poder que otorga la aprobación y la unión de sus secuaces. A la víctima de acoso se le coacciona y obliga a realizar acciones contra su voluntad amenazándole con la vida y con la integridad suya y de su familia, y no se escapa de todo ello la utilización de drogas y grabaciones .
Aunque se descarte un trastorno mental es evidente que hay una psicopatología, una total incapacidad de empatía, de ponerse en el lugar del otro y de sentir ese sufrimiento que provoca. Es un acomplejado que carece de valores propios y de este modo capta la atención de los demás, que de ninguna otra forma podría captar.
Recuerdo un caso de acoso escolar homofóbico con gran daño psicológico y físico por tener o aparentar una orientación sexual diferente y que a punto estuvo de costar el suicidio de una persona espléndida y creativa, pues al sufrimiento de sentirse en un cuerpo extraño se sumaba el desprecio, valga la redundancia, de un ser despreciable a ojos de otros.
Otro caso con el que me topé fue el de Violeta (nombre supuesto) que empezaba a desarrollar enuresis, es decir falta de control de la micción, y apenas hablaba, pensaban era un proceso adaptativo al colegio hasta que apareció un día con un fuerte dolor de espalda y se negaba a quitarse la ropa. Enseguida se descubrieron los arañazos, rojeces y otras lesiones. Se denunció ante el colegio, pero no había pruebas, hasta que alguien venció el miedo y dijo que en gimnasia le habían obligado a hacer de caballo, bajar la cabeza y tres chicos se habían puesto encima de su espalda. Se tomó la mejor decisión ante la justicia, distinta según la clase social, y la niña cambió de colegio. Sin embargo, el trauma le llevó a una mayor lentitud en los estudios, aunque se eliminó el acoso.
De nuevo, la labor conjunta e inseparable de colegios y medios de comunicación es imprescindible. Si alguien te acosa, no te avergüences ni te culpabilices, no guardes en secreto que te dañan, habla con tus padres y con el centro al unísono, evita lugares arriesgados y en los que no tengas salida, no estés solo. Eres tremendamente fuerte y piensa que todas las acciones malas que envíen contra ti rebotarán como un boomerang, mereces respeto y protección.
Es imprescindible educar a los compañeros para que denuncien y no se callen si ven una situación de acoso, porque también te puede pasar a ti. En cuanto a los profesores es conveniente formar en la prevención y resolución de conflictos escolares. Así, el colegio debe vigilar los recreos y patios, y en una hoja de anotaciones apuntar las incidencias . Los padres también tienen una labor importante, y deben guardar los mensajes de ciberacoso para poder entregarlos a la policía. Es importante que los padres ayuden al menor a ampliar su círculo de amistades para que se sientan valorados y aumente de esta forma su autoestima, pues esto le ayudará a hacerse más fuerte en el colegio.
Tan importantes como la historia y las matemáticas es el conocimiento de los problemas que afectan a los escolares, su prevención y la utilización de armas potentes cuando el problema se halla frente a frente, a fin de atajarlo. Con el conocimiento, la solución la tendremos en la mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario