Denuncian que una niña de 8 años de Boiro sufre en el colegio el acoso de sus compañeros
La menor, que llegaba a casa con la ropa interior rota, fue víctima de vejaciones, insultos y agresiones físicas
Raquel Iglesias
Todas las alarmas saltaron el pasado mes de enero. La madre de una niña de 8 años que estudia en el colegio de Abanqueiro, en Boiro, vio que su hija llegaba a casa con la ropa interior rota. Tal y como explicaron voces autorizadas de la familia, los médicos descartaron abusos sexuales, pero los padres comenzaron a sospechar que la menor -que tiene problemas para expresarse y acude con frecuencia al logopeda- sufría acoso escolar por parte de sus compañeros. Tras mantener conversaciones con representantes del centro educativo decidieron presentar una denuncia en la Guardia Civil. En esta se afirma que la pequeña fue víctima de vejaciones, insultos e incluso de agresiones físicas.
Debido a que la preocupación de los padres iba en aumento, optaron por solicitar también a la inspección educativa un cambio de centro, si bien la resolución no ha sido la esperada. Se denegó la petición al considerarse que no había indicios evidentes de que la niña fuera acosada. Por ello, la familia ha interpuesto un recurso de alzada.
La intención es que la pequeña y su hermano, más pequeño, sean trasladados cuanto antes a otro colegio de la comarca de Barbanza, concretamente a Rianxo, para continuar sus estudios.
El caso también fue puesto en manos de la Fiscalía de Menores, si bien esta considera que los acosadores serían menores y, por tanto, inimputables. Se decidió dar cuenta a las Administraciones competentes para que estimaran las actuaciones pertinentes.
Tal y como explicó la abogada de la familia, esta no descartan interponer acciones legales contra el colegio en el que se denuncia que sucedieron los hechos. Desde la dirección del centro no se ha querido hacer ninguna declaración al respecto al considerarse que se trata de un caso en el que están involucrados menores.
Atención médica
Según figura en el escrito presentado en la Fiscalía de Menores, la niña padece una disfasia, lo que le impide hablar con soltura y la limita en la expresión oral. Necesita un gran apoyo gestual para hacerse entender y fue así como explicó a sus padres los episodios a los que, al parecer, ha sido sometida. Actualmente recibe de forma puntual atención psicológica en el hospital Clínico de Santiago. Como se relata también en el informe enviado a la Fiscalía, muestra un intenso rechazo a acudir al centro, ansiedad e insomnio.
Fuente (A través del amigo Uxio ):
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