- Un grupo de alumnas acudió a la casa y agredieron a su compañera y al padre
- Luego, una de ellas regresó con su novio, que la emprendió a golpes
- La agresora y su novio están ahora imputados a la espera de juicio
- La alumna acosada estudia ahora en otro centro de la capital onubense
Andrés Marín Cejudo | Huelva
La pesadilla de una alumna del colegio público Luis Vives de Huelva, que ha sufrido más de dos meses de acoso escolar, con insultos y amenazas por parte de un grupo de compañeras, derivó en una brutal agresión a ella misma y a sus padres ocurrida en la puerta de su casa, donde la madre acabó con un pie roto y el padre con contusiones en todo el cuerpo tras los golpes recibidos por una de las acosadoras y su novio.
Según narró a EL MUNDO.es la madre, que prefiere mantener el anonimato, los hechos ocurrieron el pasado 23 de febrero, cuando el grupo de compañeras que venía acosando desde finales de diciembre a su hija -de 15 años y estudiante de 4º de ESO- acudió a la vivienda familiar, en cuya puerta cogieron por el cuello y "amenazaron de muerte" a la joven, quien subió a su casa "con un ataque de ansiedad".
Ante esta situación, los progenitores bajaron a comprobar lo que había ocurrido. Una de las menores le pegó un bofetón al padre, después de que este le pidiera explicaciones por lo que estaban haciendo con su hija desde dos meses atrás y por la reciente agresión. "Acto seguido, le pedí su nombre y el DNI para denunciarla, a lo que se negó, amenazándonos con que esto no iba a quedar así", relata la madre.
Golpes y puñetazos
Efectivamente, no quedó ahí el altercado. A la media hora, esa misma joven, de unos 16 años, se presentó en la vivienda de su compañera de colegio junto con su novio, bastante mayor que ella (tiene 27 años). Los padres accedieron a hablar con ellos "porque pensábamos que el acompañante de la chica era su padre". El joven comenzó entonces a propinar al padre de la menor acosada golpes y puñetazos que le provocaron contusiones por todo el cuerpo. La madre, que intentó frenar al agresor, resultó con un pie roto y sufrió un esguince en el otro, por lo que ha estado mes y medio de baja laboral.
El mismo hospital en el que recibieron atención médica tras la agresión denunció los hechos ante la Policía Nacional, que dio conocimiento al Juzgado de Guardia y al de Menores. La agresora y su novio están ahora imputados a la espera de que se celebren los juicios. La alumna acosada y su madre, por su parte, están recibiendo tratamiento psicológico aconsejadas por los forenses del caso.
La madre de la alumna del colegio Luis Vives (un centro concertado que también imparte la ESO) lamenta que sus responsables "no hicieran absolutamente nada por frenar el acoso que mi hija estaba sufriendo desde dos meses antes de la agresión", que consistía en "continuos insultos en los recreos, agresiones y amenazas; le hacían la vida totalmente imposible".
Críticas al centro escolar
De hecho, explica que tras la agresión del 23 de febrero su hija estuvo 20 días sin ir a clase, "a pesar de lo cual no recibimos ni una sola llamada de los responsables del centro para interesarse por la ausencia". Tras denunciar los hechos ante la Inspección de la Delegación Provincial de Educación, la Junta ha cambiado de centro a la menor, ahora matriculada en el IES Alonso Sánchez.
Durante los meses de acoso, la joven alumna sufría "continuos ataques de ansiedad", un hecho que despertó la alarma de los padres y a través del cual pudieron descubrir el acoso escolar que venía sufriendo su hija desde que "discutió por tonterías y cosas de chavales con dos compañeras".
La Delegación de Educación explicó que ha aplicado "el protocolo que hay establecido para estos casos", por lo que tras tomar cartas en el asunto la inspección educativa se decidió adoptar la medida "más satisfactoria, con la que estuvieron de acuerdo los padres", en referencia al traslado de centro de la menor.
La Junta asegura que, con respecto a las alumnas acosadoras, se ha aplicado “lo que marca el régimen disciplinario” del colegio, aunque no especificó qué medidas se han tomado contra ellas.
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2 comentarios:
Pero, que barbaridad!Saludos Manuel, siempre estoy al tanto de tus interesantes informes. Cariños. Carmen
Gracias Carmen por tu amabilidad. Como bien expresas es una barbaridad que cada vez va a más. Es un fenómeno socio-escolar que cada vez va a más, entre otras cuestiones porque se da una indefensión total de las víctimas y los agresores suelen salir indemnes del hostigamiento y coacciones realizadas. La lección de la sociedad, en general, es mirar a otro lado pues la desidia y banalización de las autoridades es vergonzosa y conlleva ese nefasto aprendizaje :-(
Un abrazo :-)
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