Acoso escolar e institucional (Pincha en la imagen)

Acoso escolar e institucional (Pincha en la imagen)
ACOSO ESCOLAR E INSTITUCIONAL (Pincha en la imagen)

Traductores

English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German temas para windows Spain cartas de presentación Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

jueves, 27 de agosto de 2015

Acoso escolar: Combatir la indiferencia

 

ACOSO PESADILLAMartin Luther King: “Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos”.

Juan Luis Aróstegui

El acoso escolar es un fenómeno social que se remonta a un tiempo inmemorial. No es una cuestión menor. Esta conducta, infinitamente cruel,  deja en las víctimas una huella muy difícil de borrar que, en muchos casos, condiciona definitivamente su personalidad.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Bullying, racismo y homofobia: “De tal palo tales astillas”

 

Vagabundo

bullying cosa de niñosEn el siguiente vídeo se puede ver la llamada de atención de un padre que denunció los mensajes de acoso escolar hacia su hija y la actitud arrogante, homófoba y racista del padre de los hostigadores – De tal palo tal astilla; mejor dicho astillas: los gemelos “bullies” desde luego han aprendido pronto de la filosofía del padre. Individuo que no dudó en llamar “maricón” al padre de la víctima.

Bradley Knudson cuenta en pocos minutos lo que le estaba sucediendo a su hija. Chica afroamericana adoptada y por lo cual era motivo de insultos, humillaciones y discriminación. El suicidio del hijo de unos amigos poco tiempo antes por motivos relacionados con el bullying, hicieron que este padre, concienciado y muy sensibilizado, en modo alguno dejara el asunto aparcado, como en no pocas ocasiones lamentablemente sigue haciéndose, con la vulgar y temible frase: !Es cosa de niños”!

Tras innumerables intentos para ponerse en contacto con el padre de los hostigadores, finalmente; y tras una denuncia policial, pudo hablar con él. Para su sorpresa, éste no sólo quitó importancia al asunto sino que no dudó en desacreditar y llamarlo “máricón” por defender a los “negros”. Por todo ello puso el siguiente vídeo en la red que se ha viralizado y que, con seguridad ha concienciado a muchas personas no conscientes del riesgo  que supone ser testigo de estos graves hechos para luego callar o mirar a otro lado. Desde luego la determinación y coraje de este padre es de alabar…

 

 

Las consecuencias de esta publicación en redes sociales ha hecho no sólo viral este vídeo y por tanto darse a conocer el caso en todo el planeta. Además ha dado lugar a que Darron Puro (padre de los gemelos bullies) pierda su trabajo en una empresa financiera llamada Roy E. Abbott Futures, cuyos directivos al conocer los hechos decidieron despedirlo.  Además, el colegio en el que estudia Dee Dee, chica hostigada,  está investigando los hechos y puede que expulse a los dos gemelos.  Indudablemente la presión social en este caso ha hecho justicia. Más de la que hoy día deberían impartir muchos Juzgados, que medrados no tienen reparos en inhibirse o archivar flagrantes casos de acoso escolar. Demasiados casos.

De cualquier manera, felicitaciones por la valentía y coraje de este padre Sonrisa

 

martes, 18 de agosto de 2015

Denuncia al Defensor del Menor por bullying consentido

 

blogfondo

Vagabundo

Una vez más, un nuevo caso de acoso escolar sale a la palestra en forma de denuncia. Denuncia archivada por Fiscalía. Una más, una vez más. Las analogías desgraciadamente con el caso de mi hija y mías propias son llamativas y alarmantes por el grave daño que se infringe a víctimas y familiares. Como bien expresa el denunciante, ya no sólo se trata de un caso de acoso escolar, sino, tanto o más grave, también de acoso institucional hacia la familia, cuando esta, harta de ninguneos y cínicas respuestas del entramado educativo, se ve obligada a denunciar. La Fiscalía, esa que tiene el deber institucional de velar y garantizar los derechos del menor hostigado tampoco parece poner el celo debido y una vez más, como ocurriese en mi caso, archiva la denuncia. Debe ser más práctico defender a menores acusados que a menores víctimas de los mismos. Debe ser más conveniente a su vez estar al lado de las instituciones que desdecirlas y obligarlas judicialmente a cumplir con sus deberes garantes hacia su alumnado. Que me lo digan a mí

http://elcuadernodeguillermonoacoso.blogspot.com.es/2010/08/acoso-escolar-e-institucional.html

http://elcuadernodeguillermonoacoso.blogspot.com.es/2010/08/la-propaganda-goebbeliana-de-la-junta.html

Como respuesta viciada por la Administración educativa, a través de Inspección, se responde a estas graves acusaciones y actos denigrantes hacia la víctima, como sistemáticamente se repite una y otra vez: “ las actuaciones y compromisos han sido los adecuados”. Caso archivado. Uno más.

La “posible paranoia” de afectados y familiares debería ser estudiada detenidamente por las autoridades sanitarias, dado que si bien sólo salen a luz pública escasos casos -los más graves- se estima que un 25% de la población puede estar afectada por esta “enfermedad mental”

 

Padre de Ayamonte lleva al Defensor del Menor un presunto acoso escolar a su hijo, diagnosticado de TDAH

Jesús Torres

Fuente: http://andaluciainformacion.es/costa-occidental/

  Luis Manuel Arraiz Vicente, padre de un menor de 9 años que hasta el pasado mes de marzo se encontraba escolarizado en el Centro de Educación Infantil y Primaria Moreno y Chacón de Ayamonte, ha puesto en conocimiento del Defensor del Menor de Andalucía lo que considera un caso de “acoso escolar continuado” contra su hijo en dicho colegio, “a manos de otro menor de su misma clase”.

  Según el encabezamiento del escrito remitido el pasado mes de febrero por Arraiz al Defensor del Menor de Andalucía, al que ha tenido acceso Andalucía Información, “esta es la historia de un acoso escolar a mi hijo de 9 años, seguido de un acoso institucional a mi familia”.

  Y es que en dicho escrito narra con todo lujo de detalles y por orden cronológico, una situación que se inició “hace un año”, sobre la que al principio “pensamos que eran cosas de críos; luego que las reiteraciones eran casualidad; y finalmente comprendimos que era todo deliberado”.

Según también relata, el asunto es aún más grave teniendo en cuenta que su hijo está diagnosticado de TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad), por lo que “necesita, por ejemplo, que se le hagan los exámenes orales y no escritos, a lo que se han negado en ese colegio”, y por lo que “es como si en lugar de nueve años, tuviese aproximadamente dos menos”.

Por otra parte, Arraiz ha relatado a este periódico que su hijo fue objeto de “brutales palizas”, la última “con derribo a patadas en los huevos y remate a patadas en la cara”, lo cual fue siempre considerado por los responsables del centro como “una pelea” y “a las que no se prestaba atención” porque eran “cosas de niños”. El menor -siempre según su padre- llegaba a casa “con marcas” y “no nos contaba nada por miedo”. También “lo dejaban de lado” y por eso “lo comunicamos al centro”. El presunto acoso, además de físico “era también psicológico” ha añadido, y “se trasladó a la calle: a las fiestas de cumpleaños de los compañeros de clase o a los parques de la localidad”.

Igualmente añade que el presunto acoso a su hijo se convirtió también en “acoso a la familia” una vez que el propio Arraiz denunció por estos hechos tanto a la tutora del menor, como al director del centro. Denuncias de las que por otra parte confiesa “no tener aún noticias” y que según fuentes jurídicas consultadas por este periódico han sido archivadas.

Desde entonces -prosigue el padre- “todos han intentado tapar el tema, porque no les interesa que se sepa, y en lugar de proteger a mi hijo han mirado para otro lado y se han dedicado a protegerse entre ellos”. Incluso afirma que “han intentado hacer creer al resto de la comunidad educativa, incluidos los padres, que dejaron de hablarnos y nos eliminaron de los grupos de whatsapp, que todo era cosa nuestra”, y hasta “pudimos saber que se burlaban del niño en clase, llegando incluso a ridiculizarlo ente sus compañeros”.    

En el escrito al Defensor del menor Arraiz afirma que “en septiembre mi mujer habló seriamente de este tema al menos tres veces con la tutora y maestra, siguió el acoso; habló con la madre del acosador, siguió el acoso; habló a primeros de noviembre con el director, siguió el acoso”.

También narra que “el 14 enero de 2015 la agresión de turno es violentísima (a mi niño le dan una patada en el ojo), hay parte de lesiones, y una denuncia judicial por mi parte, contra el agresor (otro niño de 9 años pero mucho mayor) y contra la tutora y el director por no hacer nada”. El mismo día de esa agresión última, la tutora y maestra habitual del niño “les hizo hacer las paces, pregonó a toda la clase ‘ya sabéis que (…) es un pesado’ como explicación de lo ocurrido, y sentó juntos a agresor habitual y víctima”.

Desde entonces se multiplicaron los escritos y comunicaciones por distintos medios entre la familia del menor y los responsables del centro, quejándose amargamente Arraiz de no permitírsele acceder al expediente sobre lo sucedido, así como al protocolo de actuación iniciado por la Inspección Educativa. 

Finalmente, según Arraiz, el menor permaneció un tiempo sin escolarizar “porque la frase operativa del tratamiento médico a que le ha abocado el estrés por acoso es: ‘se recomienda evitación de esta situación hasta tratamiento psicológico’. Así las cosas, la familia solicitó a la Delegación el cambio de centro, lo cual se produjo en marzo, cuando fue trasladado al CEIP Galdames de la ciudad fronteriza, donde el padre asegura que su hijo “está encantado, totalmente integrado, y donde no ha tenido ningún tipo de problema”.

Por todo ello, Arraiz concluye su escrito pidiendo al Defensor del Menor que “supervise humanitariamente este caso, y los otros, que ha habido y habrá, hasta que se extirpen las malas hierbas. No estaría de más una investigación oficial”.

EL SERVICIO DE INSPECCIÓN EDUCATIVA “ACTIVÓ EL PROTOCOLO DE ACTUACIÓN”

Por su parte, fuentes del Servicio de Inspección Educativa de la Delegación Territorial de Educación, Cultura y Deporte de la Junta en Huelva, en coordinación con el centro educativo y el Equipo de Orientación Educativa, ha afirmado que activó “desde el primer momento el protocolo de actuación recogido por la administración educativa para estos casos”.

Igualmente han indicado que “desde esta misma Delegación se ha dado respuesta a todas las instancias donde se ha presentado denuncia o demandado aclaración sobre este tema”.

Por último, han señalado que “desde esta delegación territorial se hace constar la adecuada actuación del centro educativo y de la comunidad escolar de Ayamonte, que ha mostrado y demostrado su compromiso con la resolución pacífica de los conflictos escolares”.

 

Publicaciones relacionadas:

http://elcuadernodeguillermonoacoso.blogspot.com.es/

viernes, 14 de agosto de 2015

Sobrevivir al acoso escolar

 

acoso escolar 01Los padres de una niña de diez años consiguen que la Consejería saque a la pequeña, víctima de acoso escolar, del centro Manuel Bartolomé Cossío en Aluche para el próximo curso

La niña empezará el próximo curso en otro colegio / John Gómez

Alberto Pozas

“Mi interior está vacío y roto. En mi cabeza están reinando el miedo y la soledad. Llévame a otro mundo lejos de éste”. Decenas de frases como éstas vienen recogidas en el diario de una niña, y son el producto de meses y meses de acoso escolar en un colegio público del madrileño barrio de Aluche. La Consejería de Educación, después de varias peticiones de los padres, ha propuesto que esta niña cambie de colegio el año que viene y que empiece el próximo curso en el centro donde su padre es profesor. Una historia de acoso con un final que si no puede ser calificado de feliz, al menos podrá ser considerado como esperanzador tanto para la niña como para su familia.

Sus padres, docentes los dos, lo tuvieron muy claro desde el principio: “No queremos otro caso como el del Ciudad de Jaén”, dijeron a la Consejería en un escrito. Primero fue una nota en un perchero con la palabra “puta”. Después, comentarios en el comedor: “Ves, no te quiere nadie”. Y al cabo del tiempo, según explica a la Cadena SER Alberto, su padre, un diario en un cajón de su cuarto donde vomitaba el día a día con una capacidad narrativa impropia de una niña de diez años. “Manifestaba cosas con una madurez que nos dejó alucinados, lo presentamos como prueba de lo que había sufrido la niña durante todo el curso, entonces fuimos hacia adelante para que activaran el protocolo de acoso escolar”.

Según sus padres, la puesta en marcha de este protocolo no hace sino empeorar las cosas, y es entonces cuando un psiquiatra de la Seguridad Social pone su problema negro sobre blanco: “Tras su valoración, se ha confirmado que los síntomas consultados se relacionan con sus dificultades para adaptarse al estrés ocasionado por situaciones previas de acoso escolar”, iniciando el correspondiente tratamiento y recomendando el cambio de centro de la niña, que se vería “muy beneficiada de la posibilidad de entrar en el mismo colegio donde trabaja su padre como profesor”, reza este informe.

Cambio a la segunda

Después de muchas idas y venidas, ayer la Consejería de Educación comunicó a los padres de esta niña que proponían su traslado al centro de trabajo del padre para el próximo curso: un cambio al segundo intento, ya que la primera vez les habían propuesto otro, decisión reconsiderada tras tener la oportunidad de estudiar los informes psiquiátricos de la pequeña.

Los padres tienen claro dónde dirigir su enfado: a la imagen que el centro dio, según su versión, de su hija de cara a los informes de la inspección: “Pone que mi hija era problemática, que tenía el rol de acosadora… en siete años no nos han manifestado nada de que mi hija se portase así”. Añade que esto les ha indignado especialmente: “La forma en que han intentado hacer que mi hija sea una inadaptada social en un informe: a nosotros nos ponían una cara, y por detrás al inspector la que a ellos les interesa, diciendo que no hay acoso y que la niña es rara. Nos ha dolido mucho, ahora resulta que desde el mes de junio mi hija es una acosadora”.

No es el único caso

Varias familias se han puesto en contacto con la Cadena SER para explicar su caso, y poner de manifiesto que la experiencia de esta niña no es la única que se ha vivido en las aulas de este centro de Aluche. Lola, madre de un niño de altas capacidades, decidió cambiar a su hijo de centro también este año. “Hay un montón de violencia, de agresividad, tanto por parte de alumnos como por parte de tutoras, y el equipo directivo, en vez de solucionar, lo que ha hecho es tapar y tratarlo como casos individuales, como la realidad no es esa”, señala en declaraciones a esta emisora.

En el caso particular de su hijo afirma que esta situación le ha producido “trazas de ansiedad y depresión, por todo esto que ha estado viviendo por parte de la tutora con vejaciones, gritos, empujones, agresiones físicas leves…”. Afirma que puso esta situación en conocimiento del centro, del inspector y del orientador “y nadie ha hecho nada”. “Todo lo que se ha hecho es tapar, tapar y tapar, no se ha cuidado por el bienestar de los niños sino por el buen nombre del colegio, hay un corporativismo voraz”, afirma.

Fuente:

http://cadenaser.com/emisora/radio_madrid/

martes, 11 de agosto de 2015

¿Qué hago si mi hijo dice que le pegan?

 

Gema Lendoiro

acoso escolar 00Una experta aporta soluciones para que los padres no permitan que nadie use la violencia contra sus hijos
Dibujo: David Martínez

 

Es una queja común en muchos padres: «a mi hijo le han pegado en clase otros niños». Y no nos referimos a una queja aislada de un día, sino a algo que se sucede en el tiempo. ¿Qué hacer?

Mónica Serrano,experta en temas infantiles y en Pedagogía Blanca, reconoce que es un tema «mucho más grave de lo que pueda parecer y más a menudo de lo que creemos».

—Si mi hijo al salir de clase me dice que los niños le pegan, ¿qué debo hacer?

En primer lugar, creerle siempre. No mostrar ningún tipo de duda. Es lo que va a favorecer la confianza del niño en nosotros para que continúe pidiéndonos ayuda en el futuro.

En segundo lugar, expresarle que estamos a su lado y que le vamos a ayudar a resolver la situación.

—Suponiendo que sea cierto, ¿qué es mejor, hablar con los padres de ese niño o con el colegio directamente?

—Sea cierto o no, debemos hablar primero con el profesorado y contarle lo que el niño nos ha dicho. Si se están produciendo agresiones en el aula, debemos pedirle a la profesora que las gestione, que no las permita.

En caso de que la profesora nos diga que el niño no está contando la verdad, habría que investigar qué puede estar sucediendo para que las versiones de ambos no coincidan. Es importante, en este caso, no mostrar desconfianza hacia el niño.

—¿Qué pasa si en el colegio me dicen que eso son cosas de niños y que no le dé la mayor importancia?

—En este caso, debemos sospechar que estamos en un colegio en el que la violencia está normalizada. Esto es indicador de que se van a permitir agresiones de manera habitual, no se va a proteger a los agredidos ni se va a trabajar con los agresores.

Cambiar esta tendencia en los centros suele ser muy complicado. Podéis movilizaros los padres, dirigíos a los distintos estamentos de la organización escolar o, incluso, informar a la Inspección. En todo caso, muchas veces cambiarlos de colegio es más sencillo y eficaz.

—¿Qué herramientas puedo darle a mi hijo para que se defienda de un niño que pega?

—La herramienta fundamental es pedir ayuda, que lo cuente a los adultos, que no silencie las agresiones. Es importante también transmitirles que pueden elegir a sus compañeros de juego y que pueden decidir alejarse de los niños que no respetan a los demás. Realmente, ante situaciones violentas, huir no es de cobardes.

Además, es positivo enseñarle ciertas respuestas verbales asertivas del tipo «No me pegues», «No quiero que me pegues y no lo voy a permitir» para responder de manera inmediata a la agresión.

Por otra parte, es necesario analizar la situación de manera amplia con el niño para detectar los recursos que el niño tiene para afrontar la situación: otros amigos, posibilidad de huir, adultos cuidadores…

—¿Y si además de pegarle, le insulta y se ríe de él?

Si además de pegarle, le insulta y se burla de él, nos encontramos claramente ante una situación de acoso. Es importantísimo evitar que estas situaciones se mantengan en el tiempo. Los padres han de intervenir de manera inmediata y no permitir la exposición de sus hijos a la violencia. Porque todo acto cometido con intención de hacer daño a otro es violento, aunque se produzca entre niños.

Según la OMS, la violencia es el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones.

Así, cuando un niño quiere dañar o humillar a otro deliberadamente, nos encontramos ante una situación de violencia. Si esto se produce en el colegio, se denomina violencia escolar.

—¿Aconseja llevarlo a un psicólogo si la cosa se pone seria?

—Aconsejo intervenir ante cualquier sospecha. Si nuestro hijo está siendo víctima de violencia en la escuela, lo primero es eliminar la exposición a la violencia. En cuanto a llevarlo al psicólogo, depende de cada situación. Un psicólogo no puede enseñar a un niño a gestionar la violencia escolar, pues la violencia no es susceptible de ser gestionada. Sin embargo, sí puede ayudarlo a elaborar y superar la situación que ha vivido si fuese necesario.

Puede consultarse con un profesional y que sea éste quien determine si el niño necesita terapia psicológica o no.

—¿Existen posibilidades de que esto afecte a su manera de ser?

—Por supuesto que sí. La exposición a la violencia escolar afecta a las autoestima de los niños y, con ello, a su motivación. Puede influir negativamente en el desarrollo de sus habilidades sociales y generar indefensión aprendida (si nadie le ayuda), lo cual repercutiría en aspectos de la personalidad como: pobre sensación de control, negativa percepción de competencia personal, tendencia al pesimismo, etc. lo cual estaría incrementando las posibilidades de padecer depresión o ansiedad.

Es muy importante que los padres tomen en serio cualquier agresión entre compañeros, sea física, verbal o actitudinal. Que investiguen qué está pasando y pongan los medios necesarios para que el niño pueda resolver la situación.

Recomiendo que los padres consulten con un psicólogo si se enfrentan a situaciones de este tipo para que les oriente en cómo ayudar a sus hijos. En cualquier caso, no permitáis que vuestros hijos sufran violencia por parte de nadie.

Fuente:

http://www.abc.es/familia-padres-hijos/padres-hijos