Acoso escolar e institucional (Pincha en la imagen)

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ACOSO ESCOLAR E INSTITUCIONAL (Pincha en la imagen)

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miércoles, 30 de abril de 2014

Finlandia exporta a Europa programa que ayuda a prevenir y solucionar acoso escolar

 

finlandiaFinlandia, reconocido por su excelencia educativa, exporta a Europa eficaz sistema para prevenir y solucionar casos de acoso escolar

Kiva, que en finlandés coloquial, se usa para describir algo agradable, es el nombre que lleva el Programa escolar desarrollado por la Universidad de Turku en 2007 y destinado a prevenir y neutralizar el acoso escolar. Actualmente, ya se aplica en el 90% de las escuelas finlandesas y se ha exportado a casi una decena de países, entre ellos Holanda, Reino Unido, Francia, Bélgica, Italia, Estonia, Suecia y Estados Unidos. Los estudiantes asisten en tres etapas de su vida escolar —a los siete, los 10 y 13 años de edad— a una veintena de clases en las que aprenden a reconocer el acoso y donde realizan ejercicios para mejorar la convivencia.

“KiVa se puso en marcha en la escuela primaria Karamzin, ubicada en la ciudad de Espoo, en el año 2008 siendo pionera en la implantación del programa . “Por entonces, nuestros casos de acoso superaban la media de las escuelas finlandesas, pero tras el primer año de implementación redujimos la cifra en un 60%. Hoy tenemos 500 alumnos y en torno a 14 casos al año”, explica a Diario El País Jouni Horkko, director de Karamzin. En cada centro que adopta KiVa hay un equipo de profesores que son los que actúan en caso de denunciarse un caso, pero son todos los docentes los que están atentos a posibles conflictos y los que avisan al equipo KiVa para que intervenga.

"El programa contra el acoso fue impulsado por el Gobierno finlandés tras un par de episodios realmente tristes para la historia de Finlandia”, recuerda Horkko, "En noviembre de 2007, un joven de 18 años irrumpió en su escuela de la localidad de Jokela, en Tuusula, y mató a ocho personas antes de suicidarse. Episodios como éste encendieron las alarmas de una sociedad y de un Gobierno reconocido por tener los mayores niveles de democracia y por ser uno de los países menos corruptos del mundo.

Fuente:

http://www.diarioladiscusion.cl/index.php

lunes, 28 de abril de 2014

Bullying: La impotencia de la víctima ante la desidia institucional

 

María muestralas denuncias, partes e informes psicológicos.Testimonio
´Mi hija sufre acoso y ya no sé que hacer, ni siquiera quiere salir de casa´
Una madre advierte sobre la situación de ´bullying´ que padece su hija, exponiendo las denuncias y partes de lesiones que la acreditan

 

María muestra las denuncias, partes e informes psicológicos.Alejandro Fernández

Mar Ferragut

Hace varios días que no duerme bien. Después de que una joven se quitara la vida arrojándose por la ventana hace unos días en Palma y de que la investigación apuntara a un posible caso de acoso escolar, María (nombre ficticio) no duerme. Tiene el corazón en un puño. Y en cuanto oye que su hija adolescente sube la persiana, ella va corriendo para bajársela. No sabe si está exagerando, pero está muy preocupada porque asegura que su hija ya hace más de cinco años que es víctima de vejaciones, agresiones y amenazas. Ha presentado denuncias y partes de lesiones y ya se está planteando hasta un cambio de domicilio. "No quiero que ellos ganen, pero ya no sé qué hacer". Y todo, partiendo de unas condiciones económicas muy precarias.
Todo empezó en el colegio, cuando su hija no contaba ni diez años. "Llegaba a casa y no me decía nada, pero estaba muy agresiva conmigo", narra. "Pensaba que yo era el problema, y fuimos al psicólogo", prosigue.

"Mi hija era una niña normal, pero para sus compañeros era una marginada"

María sabía que pasaba algo en el ´cole´, pero no el qué. Finalmente, una compañera de su hija le explicó uno de las vejaciones que vivía la chica: "Le quitaban el bocadillo y se lo desmenuzaban en la papelera". Después, su hija le dijo que durante las actividades extraescolares la dejaban encerrada en el baño. Le explicó que uno de los alumnos le había enseñado el pene. Y María aún conserva algunos de los papelitos que le colgaban en la espalda: "Soy una puta". La lista de agresiones y humillaciones que narra esta mujer es larga.
¿Por qué le tocó a ella? María no lo sabe: "Era una niña normal y corriente", pero cree que para sus compañeros su hija es "una marginada". Asegura que acudió en busca de ayuda al centro y le decían que "se iba a arreglar", pero que en un momento determinado le sugirieron pedir un cambio de colegio.
La niña no quería ir al ´cole´. Y su madre ya entendía porqué. Empezó a faltar mucho y a María le ´recordaron´ que el no llevar a su hija a clase constituía un delito, pero ella repetía una y otra vez cuál era el problema: que su hija era víctima de acoso escolar.
María encontró en el departamento de Menores del Institut Mallorquí d´Afers Socials (IMAS) un importante apoyo. Agradece también la respuesta del Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Policía Nacional. Su hija empezó a ir al psicólogo de Menores; ella también pasó por consulta. Contactó hasta con el ministerio de Educación y acudió también a presentar una denuncia en la Conselleria. Llamó a la puerta de la Oficina de Escolarización para solicitar un cambio urgente de centro.

"Cada día le quitaban la merienda y le tiraban el bocadillo. Ahora la siguen amenazando e insultando"

Se le facilitó el traslado y la chica empezó el curso de cero en un escenario diferente. Pero el problema persistió. Siguió encontrándose con alumnos de su antiguo centro por la calle y en ocasiones, según el relato de la madre, iban a esperarla a la puerta de su nuevo instituto para insultarla y hablar mal de ella a sus nuevos colegas. Hoy sigue recibiendo llamadas anónimas en las que le amenazan con pegarla y su madre ha presentado recientemente otra denuncia al sufrir también el acoso por Whatsapp, al difundirse por esta vía fotos de su hija en bikini y en minifalda sin su permiso.
"Mi hija así no puede ir al ´cole´", argumenta, "ni siquiera quiere salir de casa". Teme encontrárselos, algo que ya ha sucedido y que ha acabado con más insultos: "No puede ir sola por la calle". Y tampoco quiere que se quede sola en casa: "Tengo miedo".

"No puede ir sola por la calle. Tampoco quiero que se quede sola en casa. Tengo miedo"

Teme las consecuencias psicológicas que supondrá para ella este largo episodio así como los pensamientos suicidas. Ya la ha encontrado con cortes en los brazos. Un informe del psicólogo recoge la "vulnerabilidad emocional" de la chica, que describe como "nerviosa, triste y solitaria", y ya le han dicho que tardará años en ponerse bien. Los partes de los médicos con los que María llama de puerta en puerta pidiendo socorro ponen los pelos de punta: uno por contusión facial (con síntomas de mareo, somnolencia y dolor); otro con un episodio de ansiedad; otro con un golpe en el ojo y visión borrosa... María se asustó especialmente tras la última visita a Urgencias, cuando el médico le alertó de que tendrían que hacerle pruebas neurológicas.
Esta madre acude a este diario en estado de desesperación. Su esperanza es que Fiscalía de Menores actúe. Lo único que pide es que alguien la ayude y que la ayude ya: "Ya no sé qué hacer, nosotras no podemos más", se lamenta.

Fuente:

http://www.diariodemallorca.es/

Publicaciones relacionadas:

http://bitacoraacosoescolarbullying.blogspot.com.es/2014/03/bullying-un-cielo-lleno-de-angelitos.html

martes, 15 de abril de 2014

'Mañana me van a buscar. Nadie me va a defender'

 

  • Nuevas pruebas apuntan al acoso de la menor de 14 años

  • La familia pide que se reabra el caso, un año después

  • Presentan conversaciones entre la niña y su hermana en Facebook

PEDRO SIMÓN Madrid

Hace justo un año, Carla salió de su casa y caminó en dirección contraria al colegio, surcó la bahía de Gijón por la playa de San Lorenzo y subió a un alto junto al Cantábrico.

Allí fue vista por última vez en un aleteo de jueves. Cuando encontraron el cuerpo de la niña roto, todos querían saber qué la empujó.

Era 2013 y cayó en 11 de abril. Hoy también lo es. El interrogante de aquel suicidio sigue en el fondo del mar.

Montserrat Magnien, con un retrato de su hija

Ayer mismo, en la víspera de la prescripción del posible delito de acoso escolar, su familia fue a la Justicia con su aniversario y su adolescente. La madre ha

 

pedido a la Fiscalía de Oviedo que reabra el caso a la luz de las nuevas comunicaciones encontradas en las redes sociales.

No es sólo que en el centro escolar la llamaran «bizca», «bollera» o fuera bautizada con aguas fecales del baño. EL MUNDO ha tenido acceso a varias conversaciones aportadas en la denuncia de ayer y desconocidas hasta ahora.

Carla: «Mañana... Salgo... Y no sé si salir. Porque me van a buscar».

Andrea, su hermana: «Buffff. Pues intenta ir por donde sepas que no paren y con muchos amigos».

Carla: «Nadie me va a defender. No hay huevos».

Andrea: «Grrrrrr. ¿Pero qué te hacen?».

Carla: «Insultarme».

Andrea: «Pues caga para ellas».

Carla: «Ya, eso hago. Pero cuando te quieren pegar...»

Montserrat Magnien, con un retrato de su hija CARLOS GARCÍA POZO

La charla inédita -que tuvo lugar dos meses antes de que la chica de 14 años se quitara la vida- es sólo un extracto de las seis páginas de Facebook aportadas a la denuncia.

La hermana mayor vivía por entonces fuera de casa y hacía meses que Carla había manifestado las vejaciones de las que era objeto. Ya había empezado a autolesionarse en las muñecas después de las agresiones, ya ocultaba luego las marcas con pulseras, ya estaba escrito en una de las actas del colegio: Asunto: Carla Díaz. Temas tratados: problema de acoso escolar [señala el nombre de varias menores]. Medidas a adoptar: vigilar tema de acoso de más alumnas de 2º B.

«La insultaron, le hicieron daño, la persiguieron, vi un vídeo en el que aparecen unas crías riéndose diciendo que la pegaban porque les salía de los cojones», habla Montserrat Magnien, la madre. «Crearon un muñeco virtual muy feo, bizco, y le pusieron el nombre de Carla».

La denuncia presentada ayer señala expresamente el nombre de cuatro chicas y la dirección del colegio Santo Ángel de la Guarda de Gijón; se encuadra dentro del artículo 173.3 del Código Penal (trato degradante contra la integridad moral); pide que se libre mandamiento a varias compañías telefónicas para seguir rastreando en las cuentas que tenía la niña en las redes sociales; recoge los testimonios de varias testigos en el atestado policial («prácticamente todos los días recibía algún tipo de insulto», «a raíz de hacerse pública su condición de bisexual, comenzaron a meterse con ella, llegando a insultarla con frases tipo: bollera, virola y otras frases similares», «me dijo que se iba a suicidar [la noche previa al deceso] porque todo el mundo se reía de ella en el colegio por su problema de estrabismo»); y, finalmente, presenta el hallazgo reciente en Facebook como la enésima prueba que explicaría aquel salto terrible y definitivo.

O sea.

Andrea, su hermana: «¿No me asustes? ¿Qué pasó?».

Carla: «Na, que se meten conmigo».

Andrea: «¿Quién? ¿Y por qué?»

Carla: «Del cole. Pero son mayores».

Andrea: «¿De cuántos años?».

Carla: «Dos más que yo».

Andrea: «En ocasiones desesperadas, medidas desesperadas».

Carla: «Pero se rumorea que me quieren pegar fuera del cole».

Andrea: «¿Dijiste algo malo?».

Carla: «Es que me tienen manía».

Andrea: «¿Cómo no te defienden, mujer?»

Carla: «Miedo...».

Andrea: «¿No tenías amigos? Tíos».

Carla: «Los tíos no pegan a las tías».

«Este asunto nunca se investigó, nació viciado», señala Encarna García, presidenta de la Asociación Contra el Acoso Escolar. «No vamos a permanecer cruzados de brazos. Si el caso no se reabre con las nuevas pruebas, denunciaremos al fiscal de menores de Oviedo por prevaricación».

Un año después de la muerte, Monserrat, la madre, vive allí, asomada al borde de esa fecha.

Fue un 11 de abril como hoy.

Hasta en seis fotos distintas de Carla vemos el mismo jueves.

Extractos de la conversación entre Carla y su hermana en Facebook

Fuente:

http://www.elmundo.es/espana.html

Publicación relacionada:

http://bitacoraacosoescolarbullying.blogspot.com.es/2014/03/agresion-escolar-y-salto-al-vacio.html

domingo, 13 de abril de 2014

Los rostros del bullying


Pese a que se estima que en todo el planeta al menos uno de cada cuatro jóvenes podría sufrir de acoso escolar, los padres parecen no tener conocimiento de si en casa tienen alguno de los protagonistas de este problema. Acá las características de víctima y victimario...

Verónica Pérez

 

Acosador / Victimario

Nombre: "Armando Guerra"
Edad: 13 años.

De acuerdo con los expertos, los jóvenes que tienden a acosar a sus compañeros de clase están en la preadolescencia y en la adolescencia.

Sexo: Masculino. Generalmente los acosadores escolares son varones, pero la tendencia esta revirtiéndose. "Antes, físicamente, en las peleas siempre estaban los muchachos, pero, ahora, también hay jovencitas que hacen daño con la palabra y el rumor", expone Oscar Misle, fundador de Cecodap, organización que promueve la protección de la niñez.

Descripción general

"El victimario no suele tener la imagen que las personas imaginan de 'niño malo' o del joven con un físico que inmediatamente podría reflejar violencia. Muchas veces el victimario puede ser muy popular, seductor, con capacidad para relacionarse, solamente que presenta una serie de actitudes y comportamientos violentos que él mismo no puede reconocer", explica Misle.

La actitud del victimario es identificar a alguien con una condición particular: contextura física, tamaño, tipo de cabello, color de piel, orientación política o la de sus padres, posición económica, religión, orientación sexual, nivel de estudios (los muchachos llamados nerds o "gallos" son víctimas frecuentes del acoso escolar). El victimario selecciona a otro para hacer burlas y generar en el entorno risas que validan el acoso como algo "normal", con el fin de ganar control y reconocimiento (necesidades primordiales de un victimario). La meta es no dejar que la víctima sea visible y marginarla.

El acosador tiene un comportamiento aparentemente normal ante su familia porque, en muchas ocasiones, también sus padres y hermanos usan el hostigamiento y la burla, por ejemplo, a un vecino, como una forma de relación, por lo que el victimario suele no ser percibido como tal.

El victimario también podría llevar el acoso a otros lugares más allá de la escuela: actividades deportivas, tareas dirigidas, zona donde habita, etcétera.

Familia

De acuerdo con Oscar Misle, cuando se estudia la historia de vida del victimario hay situaciones de violencia familiar bien sean de orden físico o verbal. "Puede ser un joven que creció en una familia en la que los límites del respeto no están claros. Ese mismo muchacho busca ser tomado en cuenta, ser reconocido socialmente a través del salón de clases. Igualmente, estos personajes, en muchas ocasiones, están relacionados con 'los populares' del colegio".

En un estudio desarrollado en la Unión Europea, con más de 16 mil estudiantes, quedó demostrado que muchos victimarios crecen con permisividad, prácticamente haciendo lo que les place sin ningún castigo o resultado adverso.

Recomendaciones

Es imprescindible realizar un trabajo individual con el joven acosador. Hay que hacerle ver que está haciendo daño al otro y que está obligado a reconocer sus hechos violentos. Esto debe ser en relación íntima con el orientador o el psicólogo del colegio.

Después es necesario hacer un acercamiento familiar para investigar sus actitudes en el hogar y señalar a los padres qué hacer. Es muy probable que los progenitores ofrezcan resistencia, pero es importante poner en evidencia al acosador para resolver el problema.

El maestro es una figura clave porque es quien está en la posición de darse cuenta del acoso escolar. Es importante que el profesor lleve un registro de los problemas que se suscitan, fecha y resultados. Si ocurre un hecho grave y los representantes de la víctima consideran llevar el caso ante un Consejo de Protección, el registro podría ser útil para resolver el conflicto.

Víctima

Nombre: "Dolores Paz"

Edad: 12 años.

Según el doctor catalán Luis Rajmil, uno de los factores que influyen en ser una víctima es ser más pequeño. En la investigación realizada en la Unión Europea, los niños de ocho años de edad reconocieron sentirse hostigados por jóvenes mayores.

Sexo: Femenino. Aunque cualquier persona puede en algún momento de la vida ser una víctima, las estadísticas muestran una tendencia a que el sexo femenino presente más abusos y acosos.

Descripción general

Tienen una característica que da pie a la burla, inclusive, puede ser un punto positivo (como que son buenos estudiantes). En algunos casos son hasta envidiados por sus logros.

Generalmente son jóvenes tranquilos, tímidos, sensibles, frágiles, a quienes les es complicado socializar, por lo que, con frecuencia, intentan ayudar a los otros estudiantes con las tareas para conseguir amigos.

El acoso escolar propiciaría una actitud de culpa en la víctima. Es decir, que el niño se responsabilice a sí mismo por ser como es. Cree que decepciona a la familia; es un marginado, un invisible, un "x" como usualmente lo llaman sus compañeros.

A medida que el acoso escolar avanza pierde interés por las actividades escolares o extracurriculares, no tiene amigos, se enferma constantemente como consecuencia del estrés. Podría llegar a tener pensamientos suicidas. Misle resume diciendo que la víctima "siente mucho miedo y por ello no cuenta nada en el hogar porque cree que su familia le va a demandar que se defienda y va a señalarlo como un tonto o tonta".

Familia

Los padres de la víctima usualmente reaccionan tarde; es decir, cuando el niño ya no soporta más el acoso escolar y lo comunica en casa porque ya siente miedo hasta de su seguridad personal.

Las reacciones de la familia de la víctima están divididas: algunos tienen una reacción exagerada y se dejan llevar por las emociones. Cuando es así pueden hablar con el maestro o con el acosador al punto de que exponen aún más al jovencito-víctima a posibles represalias (esto responde a que los padres en algún momento también pudieron haber sido víctimas); el otro grupo de padres insta a la víctima a defenderse, a no actuar como "gafo".

Recomendaciones

Se sugiere que los maestros escuchen en profundidad las quejas o determinen el cambio de actitud de un muchacho sin juzgarlo, pues podrían estar por salvar una vida.

El clan familiar está obligada a notar cualquier cambio en las conductas de los más jóvenes. "Lo primero que debe hacer el padre de la víctima es escuchar. Si el niño no lo comunica, el padre puede plantearlo diciendo 'he advertido que', y a través de las palabras permitir que el niño sienta que el padre sabe lo que ocurre y que está preocupado. En la medida en que la familia hace ver al hijo que quiere apoyarlo, este se sentirá tomado en cuenta y respetado", explica el psicólogo Oscar Misle.

Hay que evitar frases y consejos como "aprende a defenderte", "no seas gafo". Si la víctima no se defiende es porque no puede o no sabe cómo hacerlo.

Es importante recordar que también el acoso escolar puede darse a través de vías electrónicas y de redes sociales.

De hablar con las autoridades del colegio, el padre o representante debe solicitar de manera explícita la confidencialidad del encuentro para evitar que la víctima sea aún más hostigada.

Es aconsejable buscar ayuda psicológica profesional…

Fuente:

http://www.estampas.com/cuerpo-y-mente/